sevilla. Seis veces duquesa, 17 marquesa, 20 condesa, vizcondesa, condesa-duquesa y condestablesa, además de 14 veces Grande de España: Cayetana Fitz-James Stuart, más conocida como la duquesa de Alba, tiene tantos (casi 50) y tan antiguos títulos nobiliarios que la mismísima reina Isabel de Inglaterra tendría que cederle el paso si las dos coincidiesen en la puerta de un ascensor. Pero la duquesa no es de las aristócratas que aprovecharían el protocolo para dejar patente su rancio abolengo, cuyas raíces son más antiguas que el descubrimiento de América por Cristóbal Colón.

Cayetana y Lizzie, como entonces llamaban a la futura reina Isabel, vivieron juntas el horror de la Segunda Guerra Mundial en Londres. "No dudaría en dejarla pasar a ella", afirmó en una ocasión la duquesa, que hoy cumple 85 años. Eso sería muy propio de ella. Porque María del Rosario Cayetana Paloma Alfonsa Victoria Eugenia Fernanda Teresa Francisca de Paula Lourdes Antonia Josefa Fausta Rita Castor Dorotea Santa Esperanza Fitz-James Stuart y de Silva Falcó y Gurtubay, (este es su nombre completo), siempre ha demostrado tener las ideas muy claras. Así también lo dejó patente cuando en 2008 comenzó una relación sentimental con Alfonso Díez, 24 años menor que ella. Sus seis hijos pusieron el grito en el cielo, convencidos de que este funcionario del Ministerio de Trabajo, que tenía diez hermanos, lo que buscaba era la fortuna de la familia, una de las más pudientes de Europa.

Pero la duquesa, que en 2001 enviudó por segunda vez, se mantiene imperturbable e incluso quiere pasar por el altar. "Me gustaría casarme, no hago daño a nadie con eso", dice. Y advierte: "Cuando me empeño en algo, lo consigo". Nadie lo dudaría, al ver a esta aristócrata de voluminosa melena gris tomar el sol en una playa de Ibiza en un bikini rojo o cultivando un look que la revista Vanity Fair describe como "descuidado y muy hippie". Por ello, en 2010 la publicación nombró a Cayetana como uno de los personajes de estilo más original, justo por detrás de Lady Gaga. Sin duda, la duquesa rockera, como la llama Paris Match, no se ajusta a los tópicos de la nobleza. Parte de su fortuna, por ejemplo, la ha dedicado a fines benéficos. Además, fue una de las principales impulsoras del actual sistema de donación de sangre en el estado español. "Nunca pienso quién y qué soy", le gusta decir.