madrid. Santiago Segura, creador del personaje "más asqueroso" del cine español, el expolicía José Luis Torrente, estaba convencido de que "este tío tan repulsivo en el que se concentra todo lo que odio del ser humano" era un ser en extinción, pero "por desgracia, trece años después, Torrente está en la calle".

Segura, que ha invertido cuatro meses en rodar en 3D Torrente 4. Lethal crisis y casi diez millones de euros, se enfrenta mañana al juicio definitivo del público: llegará a más de 800 pantallas con un total de 666 copias, autorizadas para públicos mayores de 12 años. "Amo al público y quiero que el público me quiera -explica Segura-: si le doy Torrente y le gusta, le voy a dar torrentazos hasta que se canse", y medio en serio medio en broma respalda el mensaje que cierra la película: Torrente 5, en 2017.

Segura organizó una multitudinaria rueda de prensa en un hotel madrileño junto a los actores Tony Leblanc, que recibió un aplauso al ser presentado como "el secreto del éxito de Torrente"; Yon González, conocido por la serie televisiva El internado, la actriz porno María Lapiedra y Kiko Rivera, que debuta como actor. "No es mala", dijo entre risas el casi nonagenario Leblanc, que afirma haber rodado "de milagro": "Es la mejor de las cuatro, más graciosa, más pícara y con el mejor guión", aseguró.

En esta cuarta parte, Torrente está peor que nunca: come de la basura, tiene su piso (de 53 metros) realquilado a treinta inmigrantes y cae en una trampa que le lleva a la cárcel. Los cameos en esta película llegan a la veintena: los futbolistas Kun Agüero, Cesc Fábregas o Sergio Ramos; los Hombres G; Carmen de Mairena; Josemi; La blasa José Mota; Kiko Matamoros; Carmen Martínez-Bordiú o Ana Obregón se acoplan como un guante a las intenciones del director.

"tontos del culo" Sorprende la pelea de los frikies de YouTube Batu y Cobra, que por fin llegan a las manos tras las amenazas en internet, y el final de la casera de Torrente, Belén Esteban, de quien Segura solo habla maravillas. "Torrente da a los españoles la oportunidad de reírse del españolismo exacerbado, de esa gente que por desgracia existe y es xenófoba, machista, mezquina, cutre a más no poder: gente que si me encuentro en la calle -reflexiona Segura- no me hace gracia, pero es tan catártico verlo en el cine... en la pantalla sí te puedes reír", concluyó.

El actor se desvive por dejar claro que no tiene nada que ver con Torrente: ni es del Atlético, ni de ningún partido político, ni soporta a los machistas; de hecho, niega que la imagen de las mujeres sea peyorativa -aunque la mayoría salga sin ropa y tenga un papel decorativo- , si acaso, salen peor parados los hombres. "Son tontos del culo, borrachos, fascistas, piltrafas. Desechos", afirmó, pero enseguida puntualiza que "la crítica no es apología". "Tenemos que reírnos todo el rato de nosotros mismos", resumió, y por ello ha elegido a Kiko Rivera como copiloto de la cuarta parte de la saga.