MADRID.-La actriz Victoria Abril tendrá que abonar un total de 63.638,80 euros a favor de la sociedad Rastatass S.L., por los gastos derivados de la grabación de un disco que nunca vio la luz, según explica un comunicado remitido a Europa Press.

El procedimiento fue iniciado cinco años atrás por una demanda interpuesta por el productor Miguel Angel López (Capi) y Rastatass. Entonces reclamaban 137.626 euros (89.206 en favor de Rastatass por los gastos de producción, 48.420 a favor de Capi como productor, más los intereses legales e imposición de costas).

Una sentencia de primera instancia fue favorable a Victoria Abril con desestimación total de la demanda. Sin embargo, en segunda instancia se resuelve definitivamente el tema, otorgando a favor de Rastatass 63.638,80 euros, que corresponden al importe parcial de los gastos y facturas reclamadas.

Serían 21.048,80 euros a artistas y empresas proveedoras como consecuencia directa de la producción, 13.920 euros al ingeniero de sonido José Luis Martín Sherman, 18.270 a Jose García de Rivera, de los Estudios DEEMM, y 10.400 a la músico Raquel Vega.

Se desestiman el resto de las facturas reclamadas así como el importe total de la intervención de Miguel Angel López como productor. Según el comunicado, remitido por el abogado de la actriz, este extremo confirma la sentencia de primera instancia a favor de Abril, a pesar de ser condenada a pagar.

El comunicado explica que la sentencia de segunda instancia, incluso siendo desfavorable, ratifica lo que ya se declaró en el juicio en el sentido de que "siempre hubo disposición a realizar el pago de la producción, pero la reclamación planteada por Capi no era justificada, y así ha quedado determinado por el tribunal".

Por último, el comunicado recalca que como prueba de esta disposición, ya se ha hecho entrega a la procuradora de un cheque del 60 por ciento, 38.190 euros, para su consignación en el juzgado.

El asunto se remonta cinco años atrás, cuando Abril contrató a Capi para que le asesorara y le ayudara a grabar un disco. El productor se puso a su disposición y contrató estudios, músicos, arreglistas e, incluso, le consiguió un contrato con un sello discográfico. La grabación duró cinco meses pero a su término la actriz no efectuó los pagos acordados.