copenhague. Las ambiciones olímpicas del príncipe Federico de Dinamarca, que hoy entrará a formar parte del COI, han desatado en el país una ola de críticas contra el heredero, del que la prensa se mofa con calificativos como hombre rana e idiota útil para los antidemócratas.

Pese a que ya hay nueve miembros de la alta nobleza en el COI, la entrada del décimo no gusta a la opinión pública danesa. Las habilidades deportivas del hombre de rana Pingo, pseudónimo por el que se conoce al hijo mayor de la reina Margarita desde sus tiempos en los buceadores de élite de la Marina danesa, son las carreras sobre hielo en trineo tirado por perros y las regatas de vela, que las prefiere antes que asistir a la inauguración de un puente.

Según la opinión de casi todos los medios de Copenhague, eso no le alcanza como calificación para que Federico sea el nuevo representante danés en el selecto gremio del COI (Comité Olímpico Internacional) que forman 106 miembros.

"Los Juegos Olímpicos de Pekín mejoraron notablemente la situación de los derechos humanos en China", dijo el heredero del trono danés en agosto. Como justificación para tal afirmación agregó lo siguiente: "Así lo he deducido de los medios". La observación recordó de nuevo a muchos daneses la primera aparición pública de Federico como candidato del COI, cuando según comentarios de observadores benevolentes se presentó con pura retórica deslavazada y sin conocimientos en la materia. Sobre todo porque el príncipe heredero, como miembro de la familia real no puede tomar posición públicamente sobre controvertidos temas políticos.