Al bloguero Félix Mugurutza en su Arca de No sé se le escuchó decir que “Lydia era asimismo una de las puntas de lanza de la élite investigadora, más allá de nuestras fronteras vascas. Aunque la fama y prestigio los llevó a su estilo, siempre en silencio, sin tener que llamar la atención, porque la elegancia ya viajaba inherentemente a ella”. A principios de enero, el día 4 de 2015, Lydia falleció a los cincuenta años de edad, cuando su carrera profesional era pujante. No en vano, fue una arqueóloga, arqueobotánica, profesora e investigadora , considerada una de las mejores especialistas europeas en Paleobotánica, sobre todo en las facetas de la Antracología y la Etnobotánica.

En las páginas de Wikipedia, siempre más frías que cálidas (a Lydia se le conoció por la sonrisa y por la cercanía en las distancias cortas...) se anuncia que durante su formación académica, Lydia Zapata mantuvo una estancia predoctoral en 1991 en el Department of Human Environment en el University College de Londres. Tenía entonces 26 años y la previsión de que era una mujer de vanguardia.

Esta estancia le dio la oportunidad de comenzar su formación en la arqueobotánica, bajo la supervisión de Gordon Hillman y explorar el fascinante mundo de la arqueología medioambiental, en ese momento casi inexistente en la prehistoria ibérica. Estuvo estrechamente vinculada, casi desde sus inicios, a la Universidad del País Vasco (EHU), primero como investigadora y, desde 2007, como profesora titular.

Cuenta su currículum que cursó sus estudios de doctorado en la Universidad del País Vasco, donde defendió su Tesis doctoral en 1999 sobre el origen de la agricultura y las transformaciones del paisaje en el País Vasco a partir del análisis de restos vegetales arqueológicos. Accedió a un contrato con una beca Ramón y Cajal y superó un concurso para ejercer como Profesora Titular de Prehistoria del Departamento de Geografía, Prehistoria y Arqueología de la UPV/EHU. Compartió estudios e investigaciones, a través de prolongadas estancias, con los equipos de Arqueobotánica los laboratorios del Department of Human Environment del University College de Londres y del Department of Archaeology and Anthropology de la Universidad de Cambridge. En estas instituciones académicas consolidó su formación científica.

Es considerada una de las mejores especialistas europeas en Paleobotánica. Su línea de investigación era el ámbito de la Arqueobotánica y, principalmente, la Antracología, la Etnobotánica y la Carpología. El estudio de la subsistencia humana, la explotación de los recursos vegetales, la evolución y cambios del paisaje vegetal, el origen, las formas y expansión de la agricultura, la explotación del bosque, la repercusión de consumos vegetales en la salud de las poblaciones, y los estudios etnográficos de las sociedades preindustriales fueron el objeto prioritario de su dedicación como investigadora.

Merced a su intenso trabajo ganó una ERC Consolidator Grant otorgada por el Consejo Europeo de Investigación, dotada de casi dos millones de euros, destinada a sus investigaciones sobre el uso de plantas en el Paleolítico del Mediterráneo Occidental. Las ERC Grants son las becas individuales mejor dotadas para investigadores en Europa y un importante indicador de la excelencia en la investigación científica. Lydia Zapata no solo fue la primera mujer científica en Euskadi que había obtenido este importante reconocimiento, sino también el primer caso en el área de Humanidades.

Aunque buena parte de sus trabajos se centraron sobre la Prehistoria del País Vasco y la Región Cantábrica, consiguió una proyección internacional, trabajando en otros entornos, como Marruecos o Siria.