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Histórico olvidado

Lucha por el euskera a capa y espada

Resurrección María de Azkue fue el primer presidente de la Academia de la Lengua vasca/Euskaltzaindia

Lucha por el euskera a capa y espada

Hijo natal de Lekeitio e hijo carnal de Eusebio María, destacado poeta en lengua vasca, y de María del Carmen, Resurrección María Azkue realizó su formación humanística elemental en la propia localidad costera hasta que en 1876 aprobó el examen de ingreso en la Escuela de Náutica de Lekeitio Continuó sus estudios en Bilbao, donde se matriculó en el Instituto Vizcaino para el curso 1878-1879. Logró el título de Bachiller en Artes al finalizar el curso 1880-1881. Terminado el bachillerato en Bilbao, ingresó en el Seminario Conciliar de Vitoria (Álava) en 1881. Hasta 1885 cursará allí los estudios de Filosofía y Teología. Prosiguió después sus estudios en el Seminario Central de Salamanca. Permaneció en este seminario desde el año 1885 hasta 1888, fecha en la que finalizó la carrera eclesiástica, ordenándose sacerdote. He ahí los primeros pasos de Resurrrección María de Azkue, quien fuera, con el paso de los años, un defensor a capa y espada del euskera, uno de los pioneros en su proyección. Iremos viéndolo.

Recuerda la historia que en 1887 se crea, a instancias de la Diputación Foral de Bizkaia, una cátedra de Euskara en el Instituto Vizcaino. La comisión creada a tal efecto otorga la plaza a Azkue, en octubre de 1888, en pugna con otros titulados, entre los que destacan Sabino Arana y Miguel Unamuno. Azkue creó en los años siguientes la primera escuela vasca denominada Ikastetxea. La andadura pedagógica de Azkue finaliza en 1920, y se dedica a la investigación folclórica, por lo que es nombrado asesor de la Junta de Cultura Vasca. En 1927 se jubila de sus cargos de profesor de Euskara y asesor cultural.

En 1904, Azkue dejó Bilbao y pasó cinco años por Europa, primero recabando material para su diccionario trilingüe en Tours (Francia) y luego estudiando música en Bruselas (Bélgica) y Colonia (Alemania). Fue nombrado miembro de la Academia de Lingüística de París. En 1909 regresó a Bilbao y además de seguir dando clases en su cátedra, se dedicó a componer y representar varias óperas (Ortzuri, estrenada en 1911 y Urlo , en 1914), inspiradas en las obras de Richard Wagner, con una escenografía trabajada y orientadas a un público formado. Sin embargo, el fracaso de su segunda obra, le impulsó a dejar la ópera y retomar los trabajos de filología y especialmente impulsar la creación de una academia de la lengua vasca. Así, en 1918, cuando se convocó el primer congreso de la Sociedad de Estudios Vascos-Eusko Ikaskuntza, se reveló la necesidad de crear esta academia, y Azkue fue el principal fundador de la Academia de la Lengua Vasca (Euskaltzaindia) y su primer presidente en 1919.

No tuvo orientaciones políticas y su única militancia se produjo en 1916 cuando se hizo socio protector del sindicato nacionalista vasco Solidaridad de los Obreros Vascos. Su faceta de folclorista merece especial atención, puesto que se ocupó a lo largo de su vida de recoger materiales y testimonios orales del pueblo. Estos materiales formaron dos grandes corpus: el musical y el literario, y así publica El Cancionero Popular Vasco/ Euskal Kantutegia y Literatura Popular del País Vasco/ Euskalerriaren Yakintza. Para redondear su pasión filológica en 1923 aparece Morfología Vasca.

Cuentan las crónicas de sucesos que Resurrección María de Azkue murió ahogado en la ría en 1951, aunque otras voces aseguran que su cuerpo fue rescatado con vida y que el fundador de Euskaltzaindia falleció intoxicado por el agua que bebió. No tienen importancia los detalles para la metáfora, porque la realidad es que si alguien sacó a flote el euskera, si alguien lo aireó, sacándolo a luz de las academias, ése fue aquel cura de Lekeitio cuya memoria pervive setenta años después de su muerte.