Acérquense, si pueden, a la escuela de Félix Serrano y fíjense en su frontón, allá en la calle Manuel Allende. En él se labró, en 1917, un significativo altorrelieve creado por Higinio de Basterra (1876-1957). El escultor bilbaino confeccionó un diseño que se ajusta convenientemente al formato apaisado del espacio, componiendo un friso de hasta 41 figuras muy estilizadas que se distribuyen de modo continuo en tres grupos. Expresan un gusto por el saber. También hizo dos soberbias cuadrigas de bronce dorado para coronar el edificio del Banco de Bilbao en la calle Alcalá de Madrid y que, muchos años más tarde, utilizaría Álex de la Iglesia como uno de los escenarios de su película La comunidad.

Se lo explico para que conozcan bien a Higinio de Basterra. Si tienen ocasión de presenciar la procesión del Santo Entierro en la tarde del Viernes Santo por las calles de Bilbao, presten mucha atención también al paso Cristo yacente. Es uno de los conjuntos escultóricos más importantes de la Semana Santa bilbaina. Fue realizado en 1944 por Higinio de Basterra, quien, con Mogrobejo, Moisés de Huerta y Quintín de Torre, conforma la gran tetralogía de escultores bilbainos.

Detenido y encarcelado por sus ideas, fue uno de los creadores del Museo de Reproducciones Artísticas de Bilbao

Hijo de Serafín de Basterra Eguiluz, también escultor, y de Felipa Berastegui Urrutikoetxea, Higinio de Basterra destacó a edad muy temprana. Comienza su andadura en la empresa familiar y es apadrinado por Bernabé de Garamendi. Continúa su formación en la Escuela de Artes y Oficios, siendo el primer alumno que imparte clases en el centro. Cuando apenas contaba con 14 años se encarga de la clase de un curso femenino. En 1898, una comisión mixta de Diputación, Ayuntamiento y Artes y Oficios acuerda la concesión de una beca que se le prorroga hasta 1902. Estudia en la Academia Julián de París y es considerado seguidor de Auguste Rodin. Se había hecho un grande.

La doble temática social y costumbrista no le es ajena durante la primera década del siglo veinte. Por un lado realiza grupos obreros y mineros, como Barrenadores (1907). Y por otra parte, atiende a deportes autóctonos, caso del lanzamiento de barra, cuyo Palankari esculpido en 1912 desapareció de la casa de Juntas de Gernika.

La obra de Basterra también está presente en el vestíbulo de la Diputación Foral, a través del recuerdo que se rindió en 1927 a los soldados de Bizkaia que perdieron su vida en la Guerra de África. También en los jardines de la Misericordia, donde se alza el monumento dedicado a Luis Briñas, bienhechor preferente.

Entre las influencias que marcaron su trabajo se encontraban escultores como Auguste Rodin y Constantin Meunier

El 20 de junio de 1937 fue detenido en Plentzia. Parece claro el motivo: su ideología nacionalista, si bien nunca militó en partido alguno. Un Consejo de Guerra le condenó a seis años y un día de prisión mayor y la incautación de sus bienes “como autor responsable de un delito consumado de excitación a la rebelión”. Internado en las cárceles del Karmelo y Larrínaga, Basterra dejó constancia de su excelente mano para el dibujo con carboncillo realizando retratos de sus compañeros de prisión. Todavía en 1947 Higinio necesitó un certificado de buena conducta para poder trabajar.

Higinio de Basterra fue uno de los creadores del Museo de Reproducciones Artísticas de Bilbao. Perteneció a la Comisión Provincial de Monumentos de Vizcaya, fue socio honorífico de la Sociedad Filarmónica y maestro de los escultores Lucarini, Barros, Iñurria y Acebal Idígoras, entre otros. El trabajo dejado por Basterra es magnífico, amplio y fecundo. La muerte le sorprendió con 81 años. Trabajaba entonces en cuatro obras: Los bustos de Rafaela de Ybarra, del doctor Guimón y de Julio Igartua, así como una reproducción en piedra del monumento a Pedro de Icaza que anteriormente lo había hecho en bronce y lo robaron.