SI hubiésemos puesto perros, esto hubiese sido un cachondeo. Como decimos aquí, en Bilbao, "los animales tienen facha de leones”. La frase pertenece a quien fuera alcalde de Bilbao esos días, Iñaki Azkuna, cuando, allá a finales de 2007, en el mes de diciembre, la plaza Jado vio de nuevo la luz con una fuente ornamental decorada con tres leones de mármol. ¿Pensaba tal vez Azkuna en aquel susedido, no está claro si real o imaginario, por el que, según dicen, el pueblo confundió a los leoncillos que adornaban la fuente con perros y de ahí tomó su nombre una de las calles con más solera del Casco Viejo, la calle del Perro? Quién sabe. Lo cierto es que Azkuna era hombre asiduo a la ironía y también es verdad que a los leones de la plaza solo les falta rugir: son inconfundibles.

Más adelante entraremos en ese espacio que hoy luce como uno de los puntos cardinales del Bilbao del ocio o del reposo, según la hora a la que uno pase. Por una ley cronológica inquebrantable habrá que buscar otras fuentes, las que explican el porqué del nombre de esa plaza.

Se llama así desde el 25 de abril de 1928 y recuerda a Laureano Jado Ventades, nacido en Mungia en 1843. Filántropo bilbaino, ingeniero industrial, jurisconsulto y famoso comentarista del Derecho Foral de Bizkaia que contribuyó, entre otras acciones benéficas, a la creación del Museo de Bellas Artes, siendo su primer presidente. A su fallecimiento, el 13 de diciembre de 1926, legó su colección compuesta por 278 obras entre pinturas, esculturas, muebles y otros objetos artísticos. Entre algunas maravillas de la donación aparecían El descendimiento de la escuela flamenca del siglo XV, atribuido a Van der Weider; El apóstol San Simón del Greco, o la talla de La Virgen dolorosa, firmada por Juan de Mena. Bajo su patrocinio además se creó, en 1923, la Fundación Escuelas Jado en Erandio, que se levantó en los terrenos en los que se ubicaba su casa de campo, que cedió personalmente para la construcción del centro.

La plaza es diseño del arquitecto municipal Germán Aguirre Urrutia, y su proyecto y construcción se remonta a 1948. Abrazan a esa rotonda algunos edificios singulares. Por ejemplo, aparece una construcción del arquitecto Gregorio Ibarreche que se extiende en todo el desarrollo del encuentro de las calles Colón de Larreátegui, Ercilla (frente de la plaza Jado) y la calle Heros. Era un proyecto de casa de vecinos para la familia Sota (1919), para la que también creó su palacete-residencia de Ibaigane (1920). Más funcional, el edificio que ocupa el Banco Santander en la rotonda acogerá un centro de “Santander Personal” con un centenar de gestores que atenderán este nuevo servicio de banca.

Veamos cómo quedó la plaza remodelada. La plaza Jado, en pleno Ensanche bilbaino, fue objeto una renovación urbanística que le dotó de 3.200 metros cuadrados más para los peatones. Como les dije, uno de los elementos nuevos que llamó más la atención de dicha remodelación fue la incorporación de una espectacular fuente realizada en mármol proveniente de las canteras de Macael presidida por tres leones. Este proyecto, entre otros promovidos por el Ayuntamiento de Bilbao en los que se usa la piedra natural, fue objeto del Premio Macael otorgado por la Asociación de Empresarios del Mármol de Andalucía. Los tres leones de mármol de los que les hablo son un guiño claro al Athletic, máxime si les explico que en el centro de la fuente, el caño imita a una copa que recuerda a la ganada por los leones rojiblancos en 1902.

¿Cómo quedó la plaza al levantar el telón en 2007? La renovada plaza tiene bancos de madera, 400 metros cuadrados de jardines y 14 árboles de diferentes especies –abedules, tilos y liquidámbares– y una masa arbustiva compuesta por brezos, acebos, tejos y madroños. La remodelación de la plaza Jado, que supuso un desembolso de 1,6 millones de euros, incluía la peatonalización de un tramo de las calles Heros y Ercilla, lo que ha permitido ampliar la glorieta original, que se eleva doce centímetros del suelo para alertar a los conductores de su paso por una zona peatonal e inducirles a aminorar la velocidad.

¿Quieren alguna curiosidad más? Ubicada junto a la entrada lateral de la sede de la Bilbao Bizkaia Kutxa, el grupo Maternidad de Ricardo Iñurria pasa casi desapercibido a la vista, escondido más que exhibido, en su emplazamiento. Realizado por encargo el año 1947 de la entidad, esta obra presenta una madre rodeada de sus tres pequeños en Astarloa, bien cerca de la propia plaza Jado. ¿Por qué recordarlo ahora? Porque en la parte opuesta a la calle Colón de Larreátegui cuando cruza por Jado también podemos ver una escultura de bronce de 1966 de Lorenzo Frechilla del Rey titulada Maternidad. Presenta, de forma figurativa y poco definida, las figuras de una madre y su hijo en brazos. La obra, según consta en una placa adjunta en el pedestal de granito, es depósito del Museo de Bellas Artes de Bilbao.

El restaurante Cubita en Bilbao, llegado desde las orillas del Cantábrico; el Misska Bar, un local que ofrece un viaje por Asia y por sus puestos de comida callejeros, y La Ramona, cuyos propietarios se embarcaron en el proyecto de montar una bodeguilla que rindiera homenaje a sus bisabuelas, ya que ambas dispensaban vino al detalle en sus respectivos negocios son tres negocios de hostelería y de moda que matan el hambre y la sed en la propia plaza.