Victor, un joven de veintisiete años regresa a la casa de su infancia en Bulgaria para asistir el funeral de su abuelo. Mientras vuelve a conectar con su padre y la forma de vida del pueblo, inesperadamente encuentra el amor en Liuben, un niño gitano de dieciocho años. Este es el argumento de Liuben, primera película escrita y dirigida por Venci D. Kostov y rodada en diferentes localizaciones de Andalucía y Bulgaria. 

Comenzó su carrera dirigiendo el cortometraje “El hijo”, en 2012. Han pasado once años desde entonces. ¿Por qué ha tardado tanto tiempo en volver a ponerse detrás de las cámaras?

Durante este tiempo, he estado dirigiendo una serie de televisión, un documental y, además, he estado formándome académicamente. Estos años, me he dado cuenta que había una carencia cuando veía películas españolas. Y es que no hay muchos directores que trabajen con actores. Es por ello que me he estado formando en dirección de actores. Me fui a Nueva York a estudiar a la “SITi Company” de Anne Bogart.

¿Cómo se le ocurrió la idea de grabar el documental “La Zaranda, teatro inestable” (2020)? 

Porque me enteré que el director, y compañero de trabajo, Germán Roda, quería hacer esta historia sobre la compañía. Le dije a Germán que hiciéramos esto juntos porque yo vengo

El guion de “Liuben” es suyo, ¿qué parte son vivencias propias y que parte es ficción?

Liuben está construida con muchos elementos de mi biografía. Yo soy hijo de emigrantes. Nací en Bulgaria y viví allí hasta los once años. Luego vine a España. De alguna manera, al igual que el protagonista de mi película, me he criado aquí, he crecido aquí, he estudiado aquí y me he enamorado aquí. He tenido una relación amorosa de muchos años, al igual que Víctor. Yo también regresé a Bulgaria y tuve ese encuentro con mis raíces. Viví esa catarsis de alguna forma. 

Por cierto, ¿que significa liuben en búlgaro?

Es un nombre de persona que significa amado. En España, sería algo así como Amador. En Bulgaria, me gusta mucho que sea al revés, el amado. De alguna manera, creo que ese nombre, para alguien que está siendo realmente amado, es muy expresivo.

“Yo también regresé a Bulgaria y tuve ese encuentro con mis raíces”

¿Por qué decidió que los protagonistas fueran Dimitar Nikolov (Víctor) y Bozhidar Asenov (Liuben)?

Para el personaje del protagonista, Víctor, buscaba un actor con unas características físicas muy concretas. Cuando hice el casting comencé a conocer a actores búlgaros. Hice un taller con muchos actores y me encontré con Dimitar Nikolov, que físicamente no tenía mucho que ver con el personaje que yo me había imaginado, pero me sorprendió mucho su forma de trabajar, su locura, su sensibilidad y su disponibilidad. Eso para mí era muy importante. Con Liuben tuve más problemas. Los actores que veía para el personaje del chico gitano no me gustaban. El problema es que los gitanos están tan marginados en Bulgaria que no llegan a la formación de actor. Me tuve que ir a los dos grandes guetos de gitanos que hay en Sofía. Primero fue mi ayudante a hacer una preselección y luego fui yo. Después de ver a muchos chicos, mi ayudante me envió un vídeo de un chaval y supe enseguida que era él. Lo llamé y fui a verlo a su barrio. Cuando se puso delante de la cámara me di cuenta que se la comía. 

¿Cuál fue el mayor desafío al que se enfrentó durante el rodaje?

Asumir el riesgo de rodar con parte de un elenco que no eran actores profesionales, que tampoco es una novedad porque ya se ha hecho en muchas ocasiones en la historia del cine. Otro de los retos, más complicado aún, fue encontrar un coproductor búlgaro antes de empezar a rodar. Tuve muchas dificultades con esto. Esta película es la primera que se ha rodado en Bulgaria de temática abiertamente LGTB. Y es que es un país que, aún siendo miembro de la Unión Europea, todavía no tenía una película con temática totalmente gay. Ahora nos queda estrenarla. Lo haremos primero en España. Para mí, esta película es una carta de amor hacia Bulgaria, mi país de origen, pero también es un pequeño tirón de orejas, por todo lo que está pasando allí.

¿Hay algún director que haya influido en su estilo?

Sí, son muchos los directores a los que admiro. Algunos de ellos son Xavier Dolan, un joven director que me gusta mucho por como trata la homosexualidad ya que no la representa como un conflicto principal en sí sino como un estado de fondo, Pedro Almodóvar, el serbio, Darko Lungulov, y, por supuesto, Emir Kusturica, por su manera de retratar el universo de los gitanos. 

“La escena de amor no es explícita, pero fue un lío jugar con todos los elementos”

¿Qué mensaje o emociones espera que los espectadores experimenten al ver su película?

Me interesa que las personas que vayan a ver la película, vean diferentes historias. Hay gente que destaca la historia del padre y el hijo y los detalles, aunque ni siquiera los haya puesto en la película como una apuesta. Otros me dicen que la película va de esto y otros de aquello. Resumiendo, me gusta mucho que cada espectador vea una película diferente.

¿Hay alguna escena que le resultara especialmente complicada de rodar? 

La escena de amor entre los protagonistas en un colegio abandonado. Los dos actores estaban muy nerviosos ese día. Fue complicada de rodar, la verdad. No es una escena explícita, pero fue un lío jugar con todos los elementos que tiene. Sin embargo, aún con todo, creo que esa fragilidad y esa vulnerabilidad que está presente quedó muy bien. Pienso que está en su punto justo. Ni un punto más de explícito, que hubiera sido demasiado y se hubiera ido a otro tono, ni un punto menos porque hubiera quedado descafeinada.

Es la primera película abiertamente LGTB que se rueda y estrena en Bulgaria, ¿que expectativas tiene con respecto al estreno?

Espero que sirva de referente y normalización para mucha gente, sobre todo a los chicos de Bulgaria que viven en barrios o pueblos. Se va a proyectar en cines, pero me gustaría que se viera en mi país en plataformas. Y te diré el porqué. Todavía hay mucha gente que, por desgracia, no se atreve a ir al cine para no exponerse y que le señalen con el dedo. 

Antonia San Juan tiene un breve papel en la película ¿por qué la eligió?

A personaje de Víctor le quise dar un parecido con Antonia. No sé porqué, quizá por la nariz. Dimitar (Nikolov) tiene un poco ese parecido, esa belleza tan fuera de los límites. También, es muy querida en Bulgaria. Allí la conocen por las series . Hice una proyección en Bulgaria para los gitanos y cuando aparecía Antonia todo el mundo la reconocía y saltaba de alegría. 

Personal

Edad: 35 años

Nacimiento: Pleven (Bulgaria)

Formación: Licenciado en CC. de la Comunicación por la Univ. de Málaga. De manera periódica sigue su formación “SITi Company” (NY) de Anne Bogart.

Trayectoria: Debutó con el corto “El hijo” (2012), premiado y seleccionado en festivales internacionales. Ha dirigido la serie “Entre olivos” (Canal Sur, 2017) y codirigido el documental “La Zaranda, teatro inestable” (2020), seleccionado en el Festival de Málaga. También ha dirigido espectáculos teatrales como “Off Broadway” y “La velocidad del otoño”. 

Proyectos: Escribe el guion de su siguiente película. Un joven español que fue adoptado en un orfanato de Bulgaria. El universo de los gitanos de este país eslavo, en este caso niños, volverá a estar presente.