¿Qué ocurriría si unos técnicos armados con cámaras se adentraran en lo más profundo de su empresa para grabar un documental sobre el día a día en la oficina? Esperemos que lo que saliera de este pequeño experimento no fuera ni remotamente parecido a The Office que muestra con grandes dosis de humor negro y absurdo los entresijos de una empresa distribuidora de papel de Scranton, Pensilvania, llamada Dunder Mifflin. 

Con un jefe, Michael Scott (representado en la adaptación americana de esta serie originalmente británica por Steve Carell), que en ocasiones te saca de quicio, pero al que capítulo tras capítulo y temporada tras temporada (cuenta con un total de nueve) acabas cogiendo cariño, y un equipo de trabajo totalmente diverso, las risas están aseguradas, aunque en ocasiones estas se tornen incómodas al no esperarse el espectador que el humor pueda llegar tan lejos. 

El elenco lo completan Jenna Fischer, que interpreta a la recepcionista de la oficina, Pam Beesley; John Krasinski, Jim Halpert en esta ficción en la que hace de un vendedor un poco hastiado de su trabajo; y Rainn Wilson, entre otros, que en este caso da vida al excéntrico compañero de la oficina, Dwight Schrute, orgulloso dueño de una granja de remolachas y segundo de a bordo de Michael Scott.

A lo largo de estas nueve temporadas, la serie -disponible prácticamente en todas las plataformas- ha lanzado al mundo escenas que después han dado la vuelta a Internet en forma de meme, con un formato que no cambia en ninguno de sus capítulos, que alternan momentos “cotidianos” del día a día en Dunder Mifflin con conversaciones a cámara en las que el espectador puede ser partícipe de lo que cada personaje piensa ante cada situación absurda.