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¿Qué es Kick, la polémica plataforma australiana que ha expulsado a 'streamers' españoles?

Lo que comenzó como un entretenimiento de nicho para gamers se ha convertido en un fenómeno global que ya mueve miles de millones de euros

¿Qué es Kick, la polémica plataforma australiana que ha expulsado a 'streamers' españoles?Kick

Kick es una plataforma de transmisiones en directo creada en Australia en 2022. Al igual que Twitch o YouTube, permite que cualquier persona emita en tiempo real mientras los usuarios participan en un chat. En ella se puede encontrar de todo: partidas de videojuegos, entrevistas, música en vivo o simples conversaciones entre creadores y sus comunidades. Para quienes no están familiarizados con este mundo, se podría describir como una especie de televisión en directo por internet, donde los protagonistas no son cadenas ni productoras, sino individuos que transmiten desde su casa y llegan a miles de espectadores.

Qué la hace diferente

Lo que distingue a Kick es, sobre todo, su modelo económico. Mientras Twitch o YouTube se quedan con aproximadamente la mitad de lo que generan los creadores, Kick ofrece a los streamers el 95 % de los ingresos por suscripciones y el 100 % de las donaciones. Además, ha firmado contratos millonarios con grandes influencers, fichajes estratégicos que le han dado visibilidad inmediata. Esta fórmula, unida a unas normas más permisivas, atrajo a numerosos creadores que se sentían limitados en otras plataformas. Allí se permitió inicialmente contenido más arriesgado, lo que le dio fama de espacio abierto a la polémica, aunque en los últimos meses la compañía ha comenzado a endurecer sus reglas para evitar excesos.

Quién está detrás de la plataforma

El proyecto está impulsado por Bijan Tehrani y Ed Craven, empresarios australianos que también son los fundadores de la casa de apuestas online Stake.com. A ellos se unió el streamer americano Trainwreckstv, una de las caras visibles de Kick desde sus inicios. El respaldo económico de Stake explica cómo la plataforma ha podido lanzar un sistema tan favorable para los creadores y, al mismo tiempo, financiar contratos de cifras multimillonarias.

Un hombre haciendo apuestas deportivas en una sala de juegos.

Su relación con el sector del juego y de las apuestas online ha generado críticas, pero también le ha dado la capacidad de crecer muy rápido en un mercado dominado por gigantes como Google o Meta.

Un cambio en sus políticas

Aunque Kick nació con la imagen de ser un lugar casi sin restricciones, en la práctica ya ha demostrado que hay líneas rojas. Reientemente, la plataforma ha expulsado a los streamers españoles Simón Pérez y Silvia Charro, conocidos como SS Conexión, tras ser el foco de varias polémicas por basar su contenido en directo en consumir estupefacientes y sufrir vejaciones a cambio de donaciones.

Un caso parecido fué el que hace apenas una semana terminó con la muerte de un streamer francés. También ha vetado a creadores internacionales muy controvertidos como Johnny Somali, famoso por sus emisiones en países extranjeros en los que, principalmente, se dedicaba a insultar y molestar a los locales.

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Estos casos muestran que la plataforma no es completamente libre de censura, sino que está tratando de encontrar un equilibrio entre mantener la atención del público con su imagen “sin filtros” y garantizar unos mínimos de seguridad y reputación.