Tener en nuestra casa una conexión wifi nos facilita mucho poder conectarnos a internet para poder disfrutar de páginas de viaje para planear las vacaciones con facilidad, que el correo electrónicos entre y salga con facilidad o que podamos disfrutar de series, películas y partidos de fútbol con buena calidad. También sirve para ahorrar datos de conexión y que la tarifa salga rentable y apañada.

Aunque con las expansión de los contratos con datos ilimitados ya no justifiquen esta excusa, hasta hace muy poco era bastante habitual ver jóvenes y no tan jóvenes cerca de locales y espacios con una red wifi pública, o de la que al menos conocieran la clave (no vamos a entrar en si la pirateaban o no), para ahorrarse unos datos mientras jugaban en sus móviles. Y lo que es un divertimento puede ser un riesgo bastante grande.

Cartel que anuncia acceso a una red wifi pública. Freepik

En la actualidad, con la expansión de las redes wifi abiertas o las públicas cuya clave se guarda automáticamente este peligro se ha multiplicado. Este peligro es que se nos cuele algún hacker, algún pirata informático a través de estos puntos. A través de estos routers es relativamente fácil vulnerar la seguridad y robar tus datos o suplantar la identidad del afectado.

La forma de evitarlo es muy sencilla

Lo usuarios de teléfonos móviles tendemos a la comodidad, por ello no es raro que en el teléfono móvil tengamos activados a la vez la conexión wifi y la de los datos móviles. Así, mientras estamos en casa nuestro dispositivo se engancha a nuestra red wifi privada y cuando salimos de casa, una vez fuera del alcance del router entra en acción la conexión de datos y seguimos conectados.

Pero la conexión wifi sigue activa y va buscando otras redes a su alcance para poder engancharse. La mayoría están protegidas por contraseñas por lo que no hay conexión. Pero puede ocurrir que pasemos junto a alguna abierta y nuestro móvil se conectará. Ya se ha abierto una brecha de seguridad. Seguimos navegando pero no somos conscientes del paso de datos a wifi. Y algún malo al acecho se puede colar.

La manera de evitar este riesgo es tan sencillo como desconectar la conexión al wifi cada vez que salimos de nuestro domicilio. De esta manera se evita sin gran esfuerzo brechas accidentales en la seguridad de nuestro dispositivo. Puede que nos resulte un tanto latoso hacer esto de apagar al salir y encenderlo al volver (o al querer conectarnos al de casa de un familiar o de un amigo de confianza), pero no debemos olvidar que en temas de seguridad debemos ser activos, debemos de ser conscientes de que toda precaución es poca.

Otra precaución que hay que tomar

Como capa de seguridad añadida, para el caso de que se nos olvide apagar el wifi, hay otra acción que debemos realizar aunque también nos obligue a pelear contra nuestra pereza y comodidad. Suele ser muy común cuando entramos en un local público, generalmente un bar, un restaurante o un hotel, pero también puede ser un centro comercial, un transporte público o un hospital, pidamos la clave de la red wifi local para consultar nuestra redes o matar los tiempos de espera. Y ocurre que puede que el móvil automáticamente guarde la contraseña asociada a esa red y cada vez que acudamos a ese lugar se conecte automáticamente. De esta manera volvemos a la situación de riesgo que queremos evitar.

Por este motivo es imprescindible que borremos todas las contraseñas ocasionales de las redes públicas a las que nos conectemos para evitar este riesgo. Y esto incluye las de los lugares que frecuentemos, como nuestro bar favorito o el gimnasio al que acudimos dos o tres veces por semana. En realidad, lo que debemos hacer es borrar las redes a las que nos hemos conectado y esto borrará la contraseña.

Para poder hacer esto hay que entran en los ajustes del móvil y en el menú que se despliegue clicar en Wifi. Una vez dentro buscar Redes, que en función del fabricante puede cambiar de nombre, puede ser Redes Guardadas o Ajustes de Redes o Gestionar redes. Una vez se abra la lista de redes, ir sólo hay que ir borrándolas de una en una. Si no has hecho esto nunca, te sorprenderás de lo largo que es el listado.

Otro motivo menor para apagar el wifi del teléfono es ahorrar batería. El móvil esta constantemente buscando una red wifi para conectarse y cuando la encuentra hace esfuerzos para acceder a ella. Esto consume energía y aunque los móviles cada vez gestionan mejor el consumo, siempre puede venir bien este ahorro en un momento determinado.