BILBAO. Los servidores de las páginas web donde se podía adquirir desde ayer el diminuto ordenador Raspberry Pi echaban humo debido a la ingente demanda de compradores interesados en adquirirlo.
Pequeño y muy barato, eso es Raspberry Pi, un mini ordenador capaz de manejar gráficos 3D y reproducir vídeo FullHD.
El miniprodigio se debe al trabajo y dedicación de la Raspberry Pi Foundation, donde han estado trabajando durante 6 años con la intención de despertar el interés en la programación en los niños. La idea era construir un ordenador sencillo y barato de manera que los niños pudieran adquirirlo y en el que además programar resultase sencillo y natural.
La reducida placa base recoge un conector Ethernet para acceso a Internet, dos puertos USB y uno para tarjetas de memoria SD y recibe la alimentación eléctrica mediante un cargador para móvil con puerto USB, algo de lo que podrían tomar nota otros dispositivos ejem portátiles ejem cámaras.
Ejecuta un SO Linux y no incluye monitor ni teclado. Las primeras unidades de Raspberry Pi llegarán pronto a los desarrolladores que se encargarán de programar aplicaciones que permitan a los niños diseñar sus propios programas y acceder de manera fácil y asequible a la informática con la idea de recuperar ese espíritu de ordenadores como los Spectrum y Commodore de nuestra infancia.