Bilbao

– “Después de dos años en los que las cosas no me han salido deportivamente, necesito volver a sentirme yo, tener más confianza, estar feliz y reencontrarme, tener un calendario, motivación...”. Así explica Eider Merino (2-VIII-1994, Balmaseda) su nuevo periplo, la incorporación al Laboral Kutxa procedente de la estructura británica Le Col-Wahoo.

“Qué mejor lugar”, dice la escaladora vizcaina en su búsqueda de recuperar sensaciones gratificantes, “que en casa”. “Y más si cabe en un proyecto como el de la Fundación Euskadi”. Merino se embarca en un proyecto deportivo en el que ejercerá de líder y que además persigue la ascensión a la élite mundial del ciclismo de cara a la temporada 2024, el WorldTour.

Según confiesa la corredora, el abanico de posibilidades para encarar su futuro era diverso. “Tenía diferentes opciones y he elegido la del Laboral Kutxa para sentirme como en una familia, tener todo cerca, estar bien apoyada...”, explica la de Balmaseda, que también espera “aportar toda mi experiencia a ciclistas jóvenes que tienen mucho potencial; darles confianza en carrera, en determinadas situaciones y momentos”. “Me gusta el buen ambiente y eso también lo puedo aportar al grupo”, subraya Merino, que ha corrido para Lointek (2013-2017), Movistar (2018-2020), A.R. Monex Women’s Pro Cycling Team (2021) y el citado Le Col-Wahoo en el presente 2022.

Merino recala en el Laboral Kutxa consciente de que la exigencia será un hábito dentro de la competición. “A nivel internacional tenemos que empezar a dejarnos ver y a conseguir resultados, ya que no se nos conoce, y para ser respetadas poco a poco. Espero conseguir cosas importantes con el equipo, todas juntas”, comenta. No en vano, la formación profesional femenina de la Fundación Euskadi –que contará con el patrocinio de Laboral Kutxa hasta 2029 y por ello se antoja un proyecto con recorrido– aspira a ser, tal y como se confirma desde el seno de la estructura, “una formación de referencia y bandera del ciclismo femenino vasco a nivel mundial”, donde Merino gozará de un peso específico importante en ese camino hacia la cúspide.

“Recuperar la mejor versión”

“Eider es un fichaje importante para el crecimiento de la estructura; lleva muchos años en el ciclismo, en las mejores carreras del mundo, al más alto nivel”, sostiene por su parte Ion Lazkano, responsable deportivo del Laboral Kutxa. El objetivo será “recuperar la mejor versión” de una corredora que es licenciada en Química, pero que ha sido referente del pelotón internacional con su excelso palmarés.

Merino ha sido campeona de España en 2018 y bronce en 2020, además de oro junior en 2011, así como ganadora de una etapa en el Tour de Ardèche, ha sido octava en el Giro de Italia 2018 –cuarta en el Monte Zoncolan–, decimosexta en 2019 y decimoséptima en 2021. Asimismo, ha firmado la cuarta posición en la Emakumeen Bira de 2017 y la novena en 2019, entre otros logros deportivos.

La vizcaina apela a su pasión para demostrar que alberga crédito en sus posibilidades de recuperar esa citada mejor versión de la que habla Lazkano. “Me gusta tanto el ciclismo que no puedo estar sin él”, afirma Merino. “Creemos que nuestro proyecto en general encaja con su manera de ser y trabajar y que puede sacar ese máximo rendimiento en un entorno cercano como el nuestro. Además, para el resto de jóvenes corredoras de casa es un gran referente para que aprendan y crezcan a su lado”, añade por su parte el responsable de la formación.

Así, Eider Merino, con su talento y experiencia en el campo profesional, comienza a sentar la bases de un proyecto que pretende ser icono internacional del ciclismo vasco. l