Lejos quedaron los años en los que en el Tour de Francia la armada vasca mostraba músculo y exuberancia por cantidad y por calidad. Eran otros tiempos. Con el Euskaltel-Euskadi en liza fueron numerosos los Tours con una gran presencia de ciclistas vascos. La desaparición del equipo naranja del principal escaparate del ciclismo fue el primer aviso de la mengua de la huella de ciclistas vascos en la carrera más importante del mundo. En esta oportunidad, tachados Mikel Landa y Pello Bilbao, que eligieron el Giro y la Vuelta, la merma ha sido muy importante. De hecho, finalmente solo cuatro ciclistas de Euskal Herria estarán en la salida de Copenhague. Jonathan Castroviejo formará en el Ineos como uno de los puntales para arropar a sus líderes. Imanol Erviti será el capitán de ruta del Movistar. Gorka Izagirre parte como otro gregario para Enric Mas. Por último, Ion Izagirre acude a la cita más prestigiosa del ciclismo con la idea de conquistar alguna etapa en el seno del Cofidis. Además, todos ellos superan con creces los 30 años, un aviso para el porvernir del ciclismo vasco.