“No prohibiría los pinganillos, pero sí los potenciómetros”
bilbao - Inmerso el ciclismo en un serial de debates para ganar en espectacularidad y seguridad, Rubén Pérez ofrece su visión de una especialidad que busca la revolución para continuar expandiéndose.
¿Cómo ve la medida que ha implantado la UCI con la reducción de corredores por equipo en las carreras para mejorar la seguridad?
-No creo que se mejore en seguridad. Seguirá habiendo peligro porque las caídas se producen cuando pelean los de cabeza, entre los cien primeros. Incluso si fueran 40 los corredores, pelearían a muerte por entrar en un espacio en el que entran solo diez. Creo que no son las medidas necesarias para evitar caídas.
Sin embargo, David Lappartient, el presidente de la UCI, aboga por equipos compuestos por seis hombres. ¿Cree que con menos corredores el ciclismo sería más espectacular?
-Este año corrimos la Vuelta a Bretaña, que se hace con seis corredores, y el espectáculo es el mismo. El que tiene piernas va para delante y el que no, se queda atrás. De la misma manera, si tienes ocho corredores puedes mandar a dos a coger una fuga. Con seis, igual no les mandas. La carrera se reparte de forma diferente, se piensa de otro modo. Incluso puede ir más lenta.
¿Qué le parece el debate que se plantea sobre prohibir el uso de pinganillos?
-Mira, estábamos hablando del peligro, de tener más seguridad en carrera, y el pinganillo, aunque muchas veces sirva para arengar a los corredores, lo que es seguro es que sirve para advertir de los peligros. Los corredores se enteran de posibles peligros de la carrera a través de la emisora. Tácticamente, gracias al pinganillo se mete emoción a la carrera, porque si no fuera por el pinganillo, muchos corredores se duermen. Son necesarios para generar movimientos en carrera. De quitar algo, yo quitaría los potenciómetros.
¿Por qué?
-No soy partidario ni de la reducción de corredores ni de la prohibición del pinganillo, pero sí votaría a favor de quitar el potenciómetro. Creo que con los potenciómetros las carreras van más controladas. Está todo tan medido que un corredor que va a 400 vatios sabe que si alguien le ataca no va a aguantar mucho por encima de él. En lugar de subir los 50 vatios que sube el que le ataca, sube cinco y sabe que a ese ritmo le acaba por coger. Ahí sí se quita mucho espectáculo. Cuando un corredor llega al límite, por mucho que te conozcas, es el potenciómetro el que te da la pista real y te hace obrar en consecuencia. Para mí, el mayor problema es el uso de los potenciómetros.
¿Qué opina respecto a introducir el tope salarial en los equipos?
-Es un debate complicado. No sé hasta qué punto sí o no. Lo que está claro es que contar con empresas que meten un montón de dinero al ciclismo es bueno. Sería más preocupante todo lo contrario. Lo ideal sería que hubiera 20 empresas como Sky dispuestas a invertir tanto dinero en el ciclismo.
El ciclismo vasco cuenta con el proyecto de Murias y el de la Fundación de Euskadi, una buena noticia. ¿Cuál es su opinión?
-Lo único que sé es que Murias apuesta por el equipo, está contento con el proyecto y lo que está viendo. Hemos dado un paso porque Murias ha querido que lo demos, porque esto funciona y le ha gustado a la empresa. Lo que queremos es obtener resultados deportivos y corresponder así al esfuerzo de la empresa. Ojalá algún día podamos entendernos con la Fundación Euskadi. - C. Ortuzar