SUFRIMIENTO, dolor y huesos rotos, de este modo podría describirse la situación del Orica-Green Edge tras la primera semana del Tour de Francia. Unos días para olvidar, una edición que hasta la fecha está siendo traumática para el conjunto australiano. El parte de guerra que presenta la escuadra de Neil Stephens es más propia de un conflicto bélico que de una prueba ciclista. Simon Gerrans, con fractura de muñeca; Daryl Impey, clavícula rota; Michael Albasini, el brazo fracturado. Los tres han tenido que irse a casa previo paso por el hospital.
No son los únicos lesionados. Michael Matthews lleva desde el pasado lunes corriendo con dos costillas fisuradas. Pero resiste. Heroico. El sprinter, farolillo rojo de la clasificación, ha sufrido durante las últimas etapas para poder aguantar en carrera. Por ello, la organización del Tour le recompensó al nombrarle el ciclista más combativo del miércoles. Al día siguiente se sinceró a través de las redes sociales: “Ayer fue uno de los días más duros en una bici, pero gracias a todos por el apoyo”.
Los hombres de Stephens llegaban a la ronda gala como uno de los firmes candidatos a imponerse en la contrarreloj por equipos que se disputa hoy. Pero lo tienen muy complicado. La crono de 28 kilómetros será exigente. Un recorrido con varios repechos, que serán una tortura. Son cinco corredores los que han de cruzar la meta para que el tiempo se pare y en estos momentos continúan seis corredores en liza, pero con Matthews extremadamente mermado. Aparentemente, será complicado que pueda continuar el ritmo de sus compañeros y corre el riesgo de entrar fuera de control. Sus colegas están obligados a esforzarse al máximo para mantener las opciones en la general de Simon Yates, el líder del equipo. Hay que recordar que el conjunto oceánico cuenta con el récord de velocidad media en esta disciplina en la ronda gala, un registro de 57,8 kilómetros por hora logrado en la edición de 2013.
gerrans, un año para olvidar Especialmente llamativo es el caso de Gerrans. El australiano no levanta cabeza. Abandonó en la Vuelta al País Vasco, Romandía, Lieja y Giro, del que llegó a ser líder tras la victoria en la crono por equipos del Orica. Sufrió para estar en la Dauphiné y se ganó un puesto en el nueve de la ronda francesa. Poco le duró la salud. La masiva caída del lunes, que dejó al Tour sin ambulancias, acabó una vez más con Simon en el hospital. En Twitter dejó un mensaje para el optimismo: “Dolor, pena y volver a la casilla de inicio. Ahora toca centrarse en el futuro y buscar nuevos objetivos”.
AlbasiniFractura del brazo izquierdo
D. ImpeyFractura de la clavícula
S. GerransFractura de la muñeca
M. MatthewsFisura de dos costillas