BUFF! Creo que han pasado diez años desde la última vez que gané”. Purito Rodríguez posee el don más preciado al que puede aspirar cualquier deportista: el de la victoria. Es un ganador. Siempre lo ha sido. Desde que debutara en profesionales en 2001 y ese mismo año conquistara Montjuïc. Ha ganado en las tres grandes, en Catalunya, en Euskadi, en Lombardía, la Flecha Valona... Y claro, cuando uno está acostumbrado a triunfar las semanas en blanco le parecen meses, los meses pesan como años, y los años se asemejan a décadas. Eso le ha pasado a Purito. Antes de cruzar antes que nadie la meta de ayer en Zumarraga su último éxito databa de marzo del año pasado, poco más de un año. A él le parecieron diez años de travesía por el desierto. Muchos en el pelotón firmarían ese espaciamiento entre éxito y éxito. Muchísimos. Pero él no. Él es un ganador. También sonríe Sergio Henao. El del Sky no ha vencido, pero baja del podio enfundado en el maillot de líder y eso para él ya es mucho tras un año 2014 para olvidar. Tenía muchas ilusiones, pero apenas pudo subirse a la bicicleta en un año casi en blanco, primero al ser apartado por su equipo por los resultados extraños de unos controles por sorpresa practicados el invierno anterior y posteriormente, tras volver a la competición, por un accidente mientras repasaba el trazado de la crono de la Vuelta a Suiza. “Vuelvo a encontrar mi forma, vuelvo a sonreír”, apuntó.

La efusividad de Joaquim Rodríguez en la recta de meta de Zumarraga, sus sentidos abrazos con los compañeros, las felicitaciones de los auxiliares dejaban claro que no había sido un triunfo cualquiera para el catalán, que hace un par de semanas se perdió la Volta por un virus estomacal y temía ya que el gafe de 2014 siguiera aferrado a su chepa en 2015. “Ha sido como un volver a empezar después de haber entrado en un círculo de mala suerte del que creía que no iba a salir nunca. Estoy contentísimo con esta victoria, ahora mismo no pido ninguna racha ni ningún momento de suerte, solo que todo vuelva a la normalidad y que vuelva a ser el corredor de siempre”. Purito, reflexivo, recordó que “las sensaciones siempre han estado, lo que no ha estado es la suerte o la ausencia de mala suerte. Estas sensaciones que he tenido hoy (por ayer) en carrera las he tenido otras veces pero por unas cosas u otras siempre se nos han escapado o nos ha pasado algo. Por eso agradezco al equipo el trabajo y, sobre todo, la confianza que han depositado en mí estos días”.

El del Katusha se mostró convencido de que en su triunfo había tenido que ver el conocimiento del terreno, la táctica y, sobre todo, “las piernas, que estoy bien. Si no lo estás es imposible derrotar a dos corredores como Henao o Nairo. He jugado también con sangre fría. Sabía que la llegada me venía bien y me he olvidado de la general, no he querido tirar a muerte para abrir hueco con los de atrás. Lo único que me importaba era ganar y así ha sido”. “Veía que en el último momento me estaban dejando el peso de la fuga y he sacado la pillería de irme recto en la última curva a falta de 400 metros para no entrar primero, coger la última posición y dejarle la tostada a Henao. Yo creo que eso ha sido clave. He corrido bastante con la cabeza y me ha salido bien”, añadía satisfecho.

Y claro, una vez terminada la sequía, Purito quiere ahora un torrente de victorias. Y más pronto que tarde. Asegura que “me he vuelto futbolista” por eso de ir “día a día” y que todas sus fuerzas se centran ahora en la etapa de hoy: “Tengo que seguir corriendo así estos días y ojalá consiga otra victoria lo antes posible, que no tenga que esperar mucho”, afirma, lanzando un aviso para navegantes: “Me he encontrado de maravilla y para mañana (por hoy) tengo otro objetivo: intentar ganar. Las dos últimas veces en Arrate he hecho segundo y quiero que cambie esa posición”. Insaciable.

Exactamente igual que Henao, otro que quiere dejar atrás las sombras recientes y volver a brillar como antaño. No esconde el colombiano su intención de luchar por el triunfo en la general en una pugna en la que “no solo Quintana y Purito van a ser rivales, también Kwiatkowski. Estamos todos muy juntos en la clasificación, pero ya se van destapando las cartas de los aspirantes. Todos los días van a ser importantes y me los quiero tomar con calma. Me respalda un buen equipo y una buena condición”. El ciclista del Sky reconoce que le encanta la Vuelta al País Vasco y que “basé mi recuperación en poder retornar en esta carrera; creo que todo se ha hecho muy bien y las cosas han ido como esperaba. Es una carrera a la que tengo mucho cariño por la afición. Me encanta correr aquí. Vivo en Navarra y aquí siento un cariño especial”.

“Nairo está muy fuerte” El de Rionegro reconoció que era consciente de que estaba en un punto de forma suficiente como para dejarse ver en los puestos cabeceros “pero encontrarme tan adelante y pelear con Quintana y Purito quizás no me lo esperaba. Es la demostración de que hemos hecho un gran trabajo y una gran recuperación. Nairo está muy fuerte. Lo demostró en Tirreno y evidentemente es el candidato número uno aquí. Goza de un grandísimo equipo y de una grandísima condición. Movistar ha hecho un trabajo muy desgastante y ahora nos tocará también a nosotros para pelear por la general”. Una clasificación que, en su opinión, no va a quedar decidida hasta el último día: Arrate es una subida importante pero no sentencia la carrera. Eso sí, descarta a muchos”.