El método Tinkov
El patrón del equipo, visceral, estalló tras el la exhibición de Nairo quintana en el terminillo
bilbao - Entre copos de nieve, en un día atroz, tiritando el termómetro, sonreía, blancas las cejas, desnudas las manos, Nairo Quintana, conquistador del Terminillo, la cumbre que juzgó la Tirreno-Adriático y, probablemente, el futuro de Bjarne Riis, de momento, en suspenso. Al reposado Riis le abroncó el volcánico Oleg Tinkov, propietario del equipo, (adquirió la estructura al propio Riis en 2013) después de contemplar la exhibición de Quintana. Nairo no obtuvo respuesta de Alberto Contador, ganador un año antes, en el coloso helado. En paralelo, con la París-Niza encendida, solo Sagan fue capaz de rascar un triunfo de etapa. El otro que suma el Tinkoff-Saxo, mediada la campaña, pertenecía a Contador, que venció una etapa de la Vuelta a Andalucía, carrera que se llevó Froome.
Caninos de resultados en comparación con las otras grandes potencias del pelotón, Tinkov exigió a Riis, con una ficha de un millón de euros anuales, que agarrara el volante en lugar de delegar en otros directores al tiempo que le recriminó la preparación invernal de la escuadra. El mecanismo de la guillotina estaba en marcha. Tinkov no tardó en decapitar (o apartar) al danés, manager deportivo del Tinkoff-Saxo, por “falta de resultados deportivos”, según el comunicado oficial emitido ayer por el propio equipo. En ese mismo documento, el conjunto ruso subrayó que “la dirección tiene plena confianza en el equipo, en todos los corredores y en los miembros del cuadro técnico. No se ha tomado ninguna otra decisión, y si la hubiere sobre cualquier otro miembro de Tinkoff sería comunicada por los canales adecuados”.
Esos canales son la voz de Oleg Tinkov, un tipo visceral, cuyo perfil se asemeja más al de los presidentes de fútbol que al de los personajes que rigen el ciclismo, un deporte más sosegado. Propietario del equipo que lleva su nombre, Tinkoff Credit System, la empresa pionera en comercio electrónico en Rusia que le hizo aún más millonario tras ganar ingentes cantidades comerciando con cerveza, el oligarca es tan intrusivo como excesivo. El magnate, un apasionado del ciclismo, recientemente entusiasmado con la renovación de Contador, cargó contra su corredor estrella en 2013 por el discreto papel del madrileño en el Tour. Tinkov acusó al ciclista de “ganar mucho dinero y trabajar poco”. Con el tiempo, las relaciones entre los dos se encauzaron y Contador anunció hace escasas semanas que seguirá en el equipo hasta que cuelgue la bicicleta en 2016. Sin Riis, su gran apoyo, ambos son amigos, queda por ver si no sucumbe al método Tinkov.