MILES de kilómetros pedaleando, hambre, frío, sueño... son algunas de las características a las que deben hacer frente los ciclistas de ultrafondo. Pero, ¿qué es el ultrafondo? ¿Cómo lo preparan? No hay mejor forma de conocer este deporte que de la mano de Julián Sanz, un corredor vizcaino pionero en la disciplina a sus 39 años.

El ultrafondo tiene como punto de referencia la Race Across America (RAAM), la primera carrera de este tipo que se disputó, en la que deben recorrer 5.000 kilómetros en menos de 12 días. En 1982 la UMCA, la asociación de maratones ciclistas de ultrafondo, decidió organizar una Copa del Mundo creando así maratones por Europa.

Físicamente el desgaste de correr todas las carreras sería brutal, por eso los corredores deciden qué pruebas realizar. Para ello tienen en cuenta varias cosas: cómo están preparados físicamente, las posibilidades de vencer respecto a los rivales, la organización de las mismas y los puntos que se llevarían. La RAAM, la Race around Slovenia y la Race Around Austria son de las que más puntos dan.

En estas carreras se trata de recorrer el mayor número posible de kilómetros en el menor tiempo posible, teniendo que superar situaciones adversas. Requiere entrenamientos muy duros, “estuvimos en Sierra Nevada 21 días, ocho horas de entrenamiento al día y fue todo muy exigente” o “en Eslovenia hicimos entrenamientos por la noche y con muy poca comida”, relata Sanz.

Hay quienes optan por ir a las carreras lo más descansados posible, como es el caso de Sanz. “Se ha ido comprobando que cuanto más descansado vayas, mejor”, comenta el corredor de Ugao-Miraballes. Y es que en esta disciplina es “muy importante conocerte a ti mismo porque controlas mejor tu cuerpo ”, resalta.

Un vehículo de apoyo y una autocaravana acompañan a los ultrafondistas en las carreras. “Todo está enfocado a que yo tenga de todo”, comenta Sanz. Y es que su equipo puede asistirle cuatro veces cada hora para proporcionarle lo que necesite.

Comen mientras pedalean comidas muy ligeras, “alimentos hechos puré para que el estomago tenga que hacer el menor esfuerzo y afecte lo menos posible al sueño”, cuenta Sanz. Y además lo de dormir es anecdótico, ya que el número de horas que concilian el sueño son mínimas. Deben adaptarse a dormir donde sea, o bien en el coche de apoyo, del cual salen los miembros del equipo, o en la calle.

Terminan con los pies y las manos totalmente hinchados. Ciertas zonas del cuerpo con rozaduras “aunque los culotes y el sillín son cada vez mejores”. Pero la peor parte se la lleva el hígado, “que como no le damos descanso termina inflamándose”, dice. Con lo que se sufre... ¿qué tiene el ultrafondismo para practicarlo? Julián Sanz lo tiene claro: “Tiene ese aspecto físico de las carreras profesionales, pero combinándolo con aspectos psicológicos o de la ruta que tienes que controlar”, comenta.

Race Around Austria Mañana arrancará la Race Around Austria, en la que deberá recorrer 2.200 kilómetros en menos de cuatro días. “En Austria yo creo que el tiempo total de dormir será de 2 horas y media o tres”, cita como ejemplo. Durante esta carrera lo más probable es que esté “las primeras 30 horas sin hacer ningún apoyo, sin tocar el suelo, vamos, que no descansaré”, declara el ciclista maratoniano.

El vizcaino no ha hecho este recorrido con anterioridad, aunque hay un tramo que coincide con la Race around Slovenia, la cual ha disputado recientemente. La parte más dura de Austria llega con los Alpes. “Ahí es donde va a haber mayores problemas y el corredor que supere esta parte sin paradas tendrá una buena baza”, analiza Sanz. En primavera competirá de nuevo en Eslovenia y en junio se preparará para la carrera mayúscula, la Race Across America.