bilbao - Ahora que Tinkov y Contador son amigos, aunque asegura el ruso que lo cierto es que siempre lo fueron aún cuando bombardeaba al madrileño tras el Tour con tuits de filo de navaja, el nuevo dueño del Tinkoff Bank habla orgulloso de la felicidad de su líder y de cómo por el camino para recuperar el trono de París pedalea más despacito de lo que acostumbra. Tanto como Froome, que tampoco ha asomado y se refugia en Sudáfrica de un invierno que, dice, ha necesitado prolongar como remedio a la saturación tras un año pletórico. Así que ninguno de los dos, tampoco Nairo Quintana, que sin embargo ya ganó en enero en San Luis y, de todas maneras, no será rival en el Tour, está en la Challenge de Mallorca que ayer se metió en la Sierra Tramuntana, la montaña. Al salir de allí, tras subir Soller y el Puig Major, surgió Michal Kwiatkowski, que no es Froome ni Contador ni Quintana, pero lo será. O eso dice Acquadro, su mánager. Que tiene motor para ser el mejor del mundo. Y no dentro de mucho. El año pasado ya llamó la atención en la Tirreno-Adriático, Amstel, Flecha y en el Tour -úndecimo en la general-. Y dicen que está ya, 23 años tiene el polaco, para explotar. "No se conoce su límite", dice Acquadro. Para conocerlo, ayer se puso en camino. Solo Henao aguantó a su lado en el Puig Major. Y tras ser atrapados, volvió a atacar a seis kilómetros de la meta de Lluc, donde entró solo. En Catar, Hepburn ganó la crono y Terpstra sigue líder. - A. Laiseka