Bilbao. La ruptura definitiva de las negociaciones entre Fernando Alonso y la empresa Euskaltel ha supuesto un duro golpe para toda la estructura deportiva del conjunto naranja, pero sobre todo para los catorce corredores que tenían contrato en vigor y que ahora están en una difícil posición en el mercado. Días atrás, se supo que Gorka Izagirre pasará a engrosar las filas del Movistar para los dos próximos años, pero el resto están expuestos a quedarse sin equipo. Todos los corredores recibieron la conformidad para buscarse su futuro cuando Euskaltel anunció, días antes del comienzo de la Vuelta, que no iba a seguir manteniendo el equipo.

Con poco tiempo para moverse en el mercado, los corredores trataron de encontrar acomodo de cara a la próxima temporada lo antes posibles. Sin embargo, la aparición de Alonso como posible comprador de la licencia del UCI World Tour hizo que algunos de ellos abandonaran las conversaciones que tenían con otras escuadras para seguir en el nuevo equipo. Es el caso de Igor Antón, que había hablado con el Omega Pharma-Quick Step y ahora se encuentra sin nada a qué agarrarse. "La de Alonso era una opción muy buena, pero ahora toca buscarse la vida desde ya. Con el Omega Pharma acercamos posturas durante la Vuelta, pero ahora seguro que cambian las condiciones", explica el todavía corredor de Euskaltel en declaraciones a Telebilbao.

Otros ciclistas ya habían decidido encaminar su futuro hacia otros destinos. Es el caso del alavés Mikel Landa, que correrá en el Astana, y del navarro Mikel Nieve, que tiene varias ofertas para la próxima temporada, entre ellas una que podría llevarle al Saxo-Tinkoff de Alberto Contador, que vería con muy buenos ojos la llegada del navarro. Ion Izagirre también tiene pretendientes y podría haber sido acogido en el mismo Movistar junto a su hermano, pero su situación es ahora también incierta. Al margen de los citados, también tenían contrato con Euskaltel Romain Sicard, Egoi Martínez, Gorka Verdugo, Juanjo Lobato, Garikoitz Bravo, Jon Aberasturi, Peio Bilbao, Miguel Mínguez, Rubén Pérez y Samuel Sánchez.

En el caso del asturiano, su vinculación llegaba hasta 2015 y era considerado la piedra angular del nuevo proyecto que se quería formar, tanto por razones deportivas como por su amistad y paisanaje con el piloto de Fórmula 1. La ruptura final de las negociaciones, sin embargo, ha echado al traste cualquier esperanza y la opción de que muchos de los corredores sigan su carrera en un equipo del Pro Tour se antoja bastante complicado. Ahora deberán mover ficha de manera rápida en un mercado con escasas salidas y demasiados pretendientes.

No solo los corredores

La empresa de encontrar un nuevo destino no solo es delicada para los corredores. El mundo del ciclismo abarca lo que abarca y es que mecánicos, masajistas y directores de Euskaltel también afrontan una complicada situación que quizá se antoja más compleja, pues superan en número, y de manera considerable, a los ciclistas.