bilbao. "Si viera que a Chris Froome no se le puede ganar, no tendría motivación para estar aquí". Habla Alberto Contador a escasas horas de que el Tour número 100 viva hoy en las sinuosas carreteras de Córcega sus primeras pedaladas y lo hace con palabras repletas de optimismo y sin ese pesado yugo que es el cartel de favorito. Ese papel ya no le corresponde, ha volado al cuartel general del Sky, el equipo que el año pasado tiranizó la ronda gala hasta colocar en lo más alto del podio de París al británico Bradley Wiggins y que esta vez pretende repetir la jugada con Froome. El de Pinto, dos victorias finales en el Tour en sus finas pero poderosas piernas, regresa tras su obligada ausencia del pasado curso con un nuevo rol. Ahora es el líder de los rebeldes, la punta de lanza de los que aspiran a meter palos en la rueda a Froome en su camino hacia París. Y junto a él, el optimista Alejandro Valverde, el explosivo Purito Rodríguez, los pujantes Nairo Quintana y Tejay Van Garderen, la incógnita Andy Schleck, el veterano Cadel Evans... Cada uno por su lado y con su plan, pero todos contra el poder establecido.
No cree Contador que su Tour vaya a cambiar mucho por no ser el principal centro de atención de los focos, algo que, sin embargo, agradece. "Para mí no cambia nada, pero mejor que sea así todos los años. Al final la presión me la pongo yo, no me cambia mucho que la referencia sea otro", reconoció el de Pinto, apuntando que Froome "está muy fuerte" aunque recalcó que "si viera que no se le puede ganar, no tendría motivación para estar aquí". Analizó Contador que llega a Córcega "a un 90% de forma, que es como quiero estar viendo el recorrido del Tour" y reconoció que su estrategia de carrera dependerá de cómo esté la general después de la segunda contrarreloj. "He estudiado a fondo el recorrido y entre las etapas de montaña hay algunas que se pueden aprovechar en caso de que haya que arriesgar", anunció.
El corredor del Saxo Bank no cree que la resolución de la carrera vaya a ser un mano a mano entre él y Froome y considera que "habrá más actores en esta película. Será una carrera más movida que la del año pasado, eso seguro", opinó, al tiempo que no dudó a la hora de incluir a otro exganador en París, Cadel Evans, en la nómina de favoritos: "Es un corredor resistente, que se agarra bien a la carrera. Para mí es un candidato más a la victoria en París", señaló. Lo que sí que descarta Contador es una posible alianza española para hacer frente al potente Sky. "Cada uno hará su carrera, las coaliciones luego no existen, otra cosa es que se den circunstancias de carrera que favorezcan a dos partes y algo se haga, pero en principio, cada uno a lo suyo", finiquitó.
Valverde, "más convencido" También Valverde apeló al optimismo en su discurso previo al arranque del Tour. El murciano del Movistar se mostró "convencido" de poder acceder al podio final del Tour y aseguró que "la veteranía" juega a su favor. "Tengo 33 años y llevo mucho vivido, he tenido alegrías y decepciones. Ahora me veo diferente, con gran mentalidad, y vengo más convencido. Froome está por encima, pero luego hay unos cuantos corredores de nivel parecido. De tú a tú, y con un poco de suerte, me veo luchando por el cajón. El Tour es peligroso, hay tensión, pero corro más concentrado, mentalizado, más adelante, y eso me ayudará a evitar caídas", recalcó. Purito Rodríguez tampoco se escondió y aseguró que "vengo a por la general y así los triunfos de etapas vendrán solos. Espero estar con los mejores y para eso he trabajado. El recorrido se adapta a corredores como yo o Valverde, él tiene más velocidad y yo subo un poco más, y creo que ambos seremos beneficiados a la hora de disputar las etapas".
La gran incógnita a resolver según vayan transcurriendo las jornadas se llama Andy Schleck, desaparecido durante toda la temporada, aunque el de RadioShack asegura a todo aquel que le quiere escuchar que "creo en mí". "No sé dónde están mis límites. En la Vuelta a Suiza estuve entre los mejores y espero que mi condición física mejore a lo largo de los días. Sabré dónde están mis límites en la etapa del Mont Ventoux", señaló el luxemburgués.