bilbao. En medio del vendaval que azota a Euskaltel-Euskadi en las últimas semanas, Igor González de Galdeano se reunió el jueves con sus chicos y les transmitió tranquilidad. Les dijo que siguiesen haciendo las cosas bien, como hasta ahora, que trabajasen y no bajasen la guardia, y que los triunfos ya llegarían. "Nos aportó calma", dice Urtasun después de ganar la primera etapa de la Vuelta a Castilla y León y darle a Euskaltel su primera victoria de la temporada, la más necesaria.

Ha tardado, se ha hecho esperar, pero por fin ha llegado. La consiguió Urtasun, que, además, dio el maillot de líder al equipo naranja. Pero eso no es lo más importante del logro conseguido por el ciclista navarro. La victoria cosechada en Valladolid llega en el momento justo. Es todo un bálsamo para un Euskaltel-Euskadi que quedó mellado en el orgullo en la Vuelta al País Vasco y que se sintió pisoteado cuando saltó a la luz el positivo de su ciclista ruso, Alexander Serebryakov. La imagen de Pablo Urtasun venciendo en la meta pucelana es una bocanada de aire fresco para la escuadra de Igor González de Galdeano. Ya se han quitado el estrés por perseguir el primer triunfo. Sin esa presión, el equipo tratará de mimar ese maillot de líder en las etapas de hoy y mañana y enfocará con más optimismo el Giro de Italia, la prueba en la que se espera que su líder, Samuel Sánchez, se convierta en protagonista.

La Vuelta a Castilla y León arrancaba ayer con una etapa que unía Arévalo y Valladolid mediante un trazado de 194,8 kilómetros. La carrera no tardó en animarse, ya que un grupo de siete corredores saltó a la aventura cuando solo se llevaban recorridos seis kilómetros desde la línea de salida. En este grupo, Igor Merino, del equipo Euskadi, colaboraba junto a Dalivier Ospina, del Colombia; Kevin de Mesmaeker, del Novo Nordisk; Pavel Kochetkov, del Rusvelo; Luis Mas, del Burgos BH; César Fonte, del Efapel, y Robert Sweeting, del 5 Hour Energy. El pelotón permitió la fuga, lo que hizo que la ventaja del grupo llegase hasta los diez minutos.

Finalmente, fueron tres equipos los que trabajaron para dar caza a la cabeza de carrera. No haber colado a ningún corredor en la escapada hizo que Movistar, Euskaltel-Euskadi y Caja Rural elevasen el ritmo del pelotón. Eso sí, se encontraron con un incómodo enemigo. El viento hizo que durante muchos minutos se formaran abanicos y el pelotón se fragmentase temporalmente. La captura culminó a escasos seis kilómetros de la meta, frustrando las ambiciones de los siete corredores que habían rodado fuera de la ley del pelotón durante 182 kilómetros.

A partir de ahí comenzaron las estrategias y los movimientos de los equipos pensando en sus hombres más veloces. En los últimos dos kilómetros, fue Movistar quien monopolizó la cabeza de la carrera, tal vez pensando en la chispa final de José Joaquín Rojas. Juan José Lobato pasaba por ser, a priori, la baza más interesante para Euskaltel-Euskadi, pero fue Pablo Urtasun el que supo sacar más provecho de unos metros finales que picaban ligeramente hacia arriba. El segundo puesto fue para Francesco Lasca, el italiano del Caja Rural que ya ha probado las mieles del triunfo esta temporada. Enrique Sanz, de Movistar, fue tercero y Rojas fue finalmente cuarto. Lobato se tuvo que conformar con el quinto puesto.

séptima de urtasun Pablo Urtasun, de 33 años, sumó así su séptima victoria como profesional y confirmó que atraviesa un buen momento de forma, ya que el pasado domingo fue segundo en la Klasika Primavera de Amorebieta en la que cayó al sprint ante Rui Costa.

Tras la etapa y la general de Víctor de la Parte, que también está en la Vuelta a Castilla y León, la de Urtasun es la tercera victoria vasca de la temporada. Hoy defenderá su condición de líder en la segunda etapa entre Ureña y Palencia, de 164 kilómetros. Seguro que su equipo, fortalecido por su primer triunfo de 2013, se esmera en ayudarle. La difícil es la primera victoria. La más necesaria.