bilbao. Es un tipo al que no le cambia la cara sobre el sillín. "Es de esos corredores que, cuando van en la bicicleta, sus compañeros no saben si va mal o si va bien. Tiene un rodar muy fácil. Cuando va bien, va mal... Incluso cuando se queda atrás, da la sensación de que no lo ha dado todo". Las palabras de César Solaun intentan describir el extraño feeling que transmite Bernardo Ayuso, uno de sus pupilos en el Seguros Bilbao. La flema que gasta en el pelotón le tiene un tanto preocupado a Solaun, pero no deja de imaginar los frutos que puede recoger Ayuso si despierta su ambición y se exprime a fondo: "Es por eso que creo que tiene un margen de mejora".
Bernardo es natural de Botsuana, un país del sur de África donde la vida puede llegar a ser placentera si no eres un elefante que vive bajo la amenaza de aburridos reyes europeos. Allí, donde la llanura alcanza su expresión máxima en el desierto del Kalahari, Ayuso ha conseguido proclamarse campeón estatal, tanto en ruta como en contrarreloj individual. El hecho de que su padre sea cántabro influyó para que el joven se enrolase en un equipo juvenil de Cantabria. Su buen hacer en las carreteras vasca llamó la atención de Santi Barranco, quien lo apuntó en su agenda para posteriormente entrar en la disciplina del Seguros Bilbao.
Ya en el equipo vizcaino, César Solaun no tardó en comprobar sus maneras. "Siempre que te llega un chico, te fijas en él cuando está encima de la bici y la verdad es que cuando le ves la forma de pedalear y demás, te transmite que tiene muy buena pinta", explica el director. El lastre del idioma se hizo notar en los primeros meses, pero poco a poco Bernardo se ha integrado perfectamente en el equipo. "Con los compañeros se lleva muy bien", relata Solaun, "por lo que me comentan, le gusta mucho el tema de los ordenadores, las nuevas tecnologías y esas cosas. Le pasa como a todos los jóvenes de hoy en día, que a veces se aísla un poco del resto. Pero tiene muy buena relación con el resto del equipo".
Ayuso se muestra como un talento por pulir. Sus piernas son las de un ciclista veloz: "Como ciclista, donde más destaca, es en el punto de velocidad. Es rápido y donde mejor va es en llano. Su tarea pendiente, que no es que vaya mal para arriba, es en la montaña. Los puertos pequeños los pasa muy bien, pero en subidas más largas, más selectivas, es donde tiene una carencia. Se trata de ir entrenándolo un poco porque vemos que puede pasar. No es muy corpulento y las pruebas que hace de esfuerzo indican que podría pasar los puertos".
Solaun quiere despertar la ambición del africano, encontrar el acicate que le motive y le haga sacar esas virtudes que le intuye: "Este año nos gustaría que estuviese ya disputando las victorias, sobre todo las que lleguen con grupos reducidos al sprint. Ahí tiene sus opciones. A él mismo le hace falta tener confianza". A Solaun le reconforta saber que los días de carrera hacen que Bernardo saque su mejor versión, algo difícil en su situación: "Hay que entender que está fuera de su casa y no es lo mismo que los chavales de aquí. Ellos tienen a su familia animando y él se puede decir que está solo. Eso es un factor que le influiría a cualquiera. Si psicológicamente el se mentalizase de que puede hacer más, nos daría mucho más". Parece que es cuestión de tiempo que veamos la flecha más veloz del Kalahari.