Donostia. ¿Cómo llega al Mundial?

Ilusionada y con ganas de empezar a correr. Aunque el objetivo principal es el omnium, debuto el primer día con la puntuación, que Oliver me planteó correrla. Es una prueba que al no ser olímpica parece que ya no genera ilusión, pero a mí me ha dado mucho y me siento un poco en deuda con la prueba. Además, me servirá para entrar en competición.

¿Ha hecho los deberes?

Creo que sí. Sabíamos que la temporada sería dura, porque estamos dentro de la clasificación olímpica y había que acumular puntos. Empezamos muy bien con el Campeonato de Europa y tras la Copa del Mundo estamos en una posición privilegiada. Ahora llega el objetivo más importante. Hemos tratado de no emocionarnos con los buenos resultados, porque el verdadero rendimiento debía llegar ahora. En el último mes ha habido mucho trabajo específico en la pista, y llego como queríamos. En el omnium son seis pruebas, tres de ellas son, como digo yo, seguras, porque si las preparas bien la seguridad de hacerlas bien es muy alta.

¿Y las otras tres?

En esas, aun estando bien se te pueden complicar las cosas. Es el problema que he tenido en las dos últimas pruebas de la Copa del Mundo.

¿Puede que esas dos Copas del Mundo le hayan venido bien?

El gran problema del omnium es que es una prueba exigente. Yo desde el principio la había encaminado muy bien. Parecía que lo sabía hacer todo. De pronto llegaron las dificultades y, aunque en el momento me disgusto bastante si no me salen las cosas como quiero, creo que es bueno que haya pasado lo que ha pasado. La mayoría de errores ya los he cometido, y creo que no se repiten.

¿Quiénes son sus rivales?

Para mí, la americana (Sarah Hammer) ha demostrado un potencial enorme. Solo ha corrido dos Copas del Mundo y, si para mí es muy difícil hacerlo perfecto, ella lo bordó tanto en Cali como en Manchester. Coincidir con ella ha sido importante, porque hemos visto que mi táctica debe ser diferente. Su presencia condiciona mucho las carreras. En cuanto a Tara Whitten, la respeto mucho. Es la campeona del mundo. Una rival muy dura que nunca da nada por perdido. Luego estamos un grupo de cuatro o cinco que a nada que nos despistemos perderemos muchas opciones.