Madrid. Así explicó ayer Alberto Contador, que espera recibir en unos días, posiblemente el 9 de febrero, la confirmación de un año de sanción por parte de la Federación Española, la razón del castigo que le acecha: "La normativa que rige el deporte de alto nivel, en su día, elabora una lista de sustancias que, tomadas por cualquier deportista, mejora el rendimiento, dejando en desventaja al resto de competidores; y entre ellas está el clembuterol. Por tanto, cuando se detectaba clembuterol o cualquier otra sustancia era porque la cantidad encontrada era más que suficiente para mejorar el rendimiento y solamente podría aparecer en el organismo cuando, voluntariamente, fuera ingerida con esta finalidad. De ahí que en determinadas sustancias exista un umbral que solo superándolo es constitutivo de delito y sancionable a nivel deportivo".
Esa larga explicación le sirvió a Contador como prefacio de, quizás, la única vía que le queda para evitar cualquier sanción después de argumentar todo lo argumentable para defender su inocencia: el mejor ciclista del mundo quiere derribar el sistema, cree que las leyes están obsoletas y clama por una renovación. "Hoy en día los avances de la ciencia llegan a detectar cantidades ínfimas de algunas sustancias prohibidas que ni favorecen el rendimiento del deportista ni se pueden tomar voluntariamente, salvo que entre en nuestro organismo con la ingesta de alimentos", argumentó. "Este es mi caso con el clembuterol. Pero si los avances de la ciencia se encuentran en el año 2011, la norma sigue estancada en los años 60, de ahí mi delito y mi posible sanción".
Para Contador, que el jueves por la noche dijo en El Larguero que su moral después conocer la propuesta de un año de sanción de la federación sube y baja como la marea, "solo equiparando los avances científicos con las modificaciones de la normas antidopaje se podrá hablar de deporte honesto y justo, como el que he practicado yo siempre".