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EEUU bombardeará México con moscas

Lo hará valiéndose de una tecnología de los años 50 y no se hará esperar mucho tiempo

EEUU bombardeará México con moscasEFE

En un movimiento que parece sacado de una historia de ciencia ficción vintage, Estados Unidos se prepara para lanzar moscas esterilizadas a lo largo de la frontera con México, con el objetivo de combatir una amenaza agrícola silenciosa pero devastadora: la mosca del gusano barrenador. Lo sorprendente no es solo el plan en sí, sino que este operativo aéreo no recurrirá a tecnologías modernas como la ingeniería genética o la edición genómica, sino que se basa en una técnica desarrollada en los años 50 y que sigue vigente hasta hoy.

En un comunicado emitido el mes de junio de 2025, la secretaria de Agricultura anunció la construcción de una instalación de dispersión de moscas estériles en la Base Aérea de Moore, Texas. Este proyecto forma parte de un plan en cinco frentes para contener la expansión del gusano barrenador, incluyendo inversiones en EE. UU. y México, y el mantenimiento de barreras biológicas regionales

Una plaga peligrosa y difícil de contener

La protagonista de esta operación es la mosca del gusano barrenador del ganado (Cochliomyia hominivorax), una especie que pone sus huevos en heridas abiertas de animales vivos.

Las moscas pueden transmitir enfermedades.

Las larvas se alimentan de tejido vivo, causando infecciones graves, pérdida de peso, reducción en la producción de leche o carne y, en muchos casos, la muerte del animal si no se trata a tiempo. Aunque actualmente está erradicada de Estados Unidos, el reciente brote en Panamá y su avance hacia el norte ha encendido todas las alarmas en las autoridades estadounidenses.

Un "bombardeo" de precisión con moscas infértiles

El método elegido para frenar su avance es la conocida como técnica del insecto estéril (SIT, por sus siglas en inglés). Se trata de una estrategia biológica que consiste en criar millones de machos de la especie plaga, esterilizarlos con radiación y liberarlos en el entorno natural. Estas moscas compiten con los machos salvajes para aparearse con las hembras, pero al no poder fecundarlas, se reduce progresivamente la población.

Lejos de ser una novedad, esta técnica fue desarrollada en la década de 1950 por el entomólogo estadounidense Edward F. Knipling, y ha sido empleada con notable éxito en la erradicación de plagas como la propia mosca barrenadora en Sudamérica y Centroamérica. De hecho, la frontera sur de México lleva décadas protegida por un cinturón sanitario que emplea este mismo principio, con apoyo logístico y técnico de Estados Unidos y organismos regionales.

Tecnología retro, eficacia probada

A pesar de que muchos podrían pensar en el uso de biotecnología avanzada, modificación genética o insectos editados con CRISPR, el gobierno estadounidense ha optado por confiar en un método clásico, económico y comprobado. La producción de moscas estériles se lleva a cabo en una instalación en Panamá, donde se crían, irradian con dosis controladas y se empaquetan en cajas especiales que luego son arrojadas desde aviones a lo largo de rutas específicas.

La operación, en esencia, se parece más a una campaña militar biológica pacífica que a un experimento científico moderno. Los aviones sobrevuelan la región fronteriza liberando cientos de miles de insectos en zonas calculadas con precisión, creando una barrera viviente que impide el avance de la plaga hacia el norte.

Prevenir, mejor que curar

Lo que impulsa esta acción no es una amenaza actual dentro del territorio estadounidense, sino el temor a que el reciente foco en Panamá pueda extenderse. Un brote en Estados Unidos tendría consecuencias millonarias para la industria ganadera, obligando al sacrificio masivo de animales y al uso intensivo de antibióticos y pesticidas. Además, la mosca barrenadora representa un riesgo también para fauna silvestre, mascotas e incluso seres humanos, ya que puede afectar a cualquier organismo de sangre caliente con una herida abierta.