Pese a que en muchas comunidades de vecinos ya existen los grupos de WhatsApp en los que se comunican incidencias, averías, quejas y demás circunstancias propias de un vecindario, los carteles que aparecen en la puerta del portal, en el ascensor, junto a los buzones, en el garaje o en cualquiera de las zonas comunes siguen estando a la orden del día.
En ellos las quejas suelen ser los mensajes dominantes: música muy alta, ruidos por la noche, suciedad en el patio, dueños que no limpian el pis de sus perros, robos entre vecinos, daños a elementos comunes, inquilinos irrespetuosos, invasión de la plaza de parking del vecino de al lado…
Lío en Gijón
Quejas de temáticas infinitas, muchas de las cuales suelen aparecer reflejadas en la popular cuenta de la red social X Líos de Vecinos, como la que ha compartido recientemente. “Mientras tanto en Gijón alguien ya se cansó...”, han escrito en el post, que incluye una foto tomada desde el interior del portal de un edificio y que muestra un cartel, un folio en blanco pegado al cristal de la puerta con cinta adhesiva.
El cartel apenas incluye cuatro palabras, pero eso sí, impresas en tamaño bien grande y en mayúsculas, para llamar más la atención. El mensaje que quiere transmitir es uno muy común en muchos vecindarios, el de asegurarse de cerrar bien la puerta al entrar y al salir del portal para evitar que puedan acceder personas ajenas a la comunidad, ya sea para repartir publicidad no deseada, para quedarse a dormir en el interior o por cualquier motivo sospechoso que pueda generar inquietud entre los vecinos.
Educación y contundencia a la vez
Probablemente ya habrá pasado algo en esa comunidad y a buen seguro que esa instrucción impresa en el cartel no será la primera vez que se indica. Eso explicaría el lenguaje de la nota, que dice “Cierren la puta puerta”. No deja de ser curiosa esa mezcla entre la educación de dirigirse a los vecinos hablándoles de ustedes con ese ‘cierren’ y lo malsonante de la palabra ‘puta’, pero probablemente ese término se deba al hartazgo acumulado con el paso del tiempo.
Habrá que ver si el contundente cartel, que ha acumulado rápidamente más de 11.000 visualizaciones en la red social propiedad de Elon Musk, surte efecto y los vecinos colaboran activamente para cerrar la puerta de madera y cristal, que parece evidente que no se cierra por sí misma, al menos del todo.