En los últimos tiempos se ha hecho bastante habitual ver en las redes sociales capturas de conversaciones de WhatsApp en las que los jefes de locales de hostelería no tratan como deben a sus empleados o posibles empleados, con ofertas de trabajo con condiciones indignas, requisitos vergonzosos (como pedirle fotos a una mujer) o mensajes de incomprensión ante un problema que mantiene al trabajador en Urgencias, por poner unos ejemplos.

No todo es negativo

Por eso ha sorprendido la captura que ha subido este viernes la cuenta de X (antes conocida como Twitter) Soy Camarero (@soycamarero), detrás de la cual está el profesional de la hostelería Jesús Soriano. Si bien este conocido tuitero suele publicar generalmente situaciones injustas que suceden en su sector, generalmente sufridas por las trabajadores, también existe comprensión dentro de los hosteleros, como ha querido mostrar con la conversación subida.

“A ver si aprenden los que van de empresarios y no miran por sus empleados”, ha escrito Soriano, junto a tres emojis de aplausos y a la captura de la conversación. En ella se ve la charla por WhatsApp entre un jefe y un empleado o empleada, que le escribe a primera hora de la tarde para comunicarle que ha tenido un percance.

Un camarero con esguince

“Hola, Juan. Me acabo de torcer el tobillo jugando a fútbol. Tengo hora en el médico a las 17, a ver lo que me dicen, pero me cuesta mucho caminar”, dice el empleado. “Oooooo”, responde el jefe, que al menos no responde con enfado como muchos otros. El trabajador, consciente de que su baja supone una incomodidad al local, trata de buscar una alternativa pese a su estado. “Había pensado si me necesitas estar de desbarace o ayudando de lavaplatos”, se ofrece.

Y ahí es cuando llegan las primeras palabras comprensivas del jefe: “Bueno, tranqui, no pasa nada”. El empleado, mostrando que también mira por la empresa, añade: “Pero que no tenga que cojear delante de los clientes, que queda fatal”, afirma. “Si no puedes caminar complicado que hagas algo, ¿no?”, le responde su superior. “No lo sé, lo que no quiero es perder este trabajo porque me gusta mucho”, contesta el empleado, dejando clara la precariedad que viven en muchas ocasiones los trabajadores de este sector para pensar que por faltar un día por un esguince puedan perder su puesto de trabajo.

Pero el jefe lo tranquiliza: “Si es un esguince no puedes venir. No perderás el trabajo, un accidente le pasa a cualquiera. No vengas mañana y listo”, termina, en unas palabras que contrastan y mucho con las de otros empresarios que han amenazado con el despido (o directamente lo han hecho) a sus empleados por avisar de que están enfermos o lesionados y no van a poder ir a trabajar.

Buenas palabras..., pero insuficientes

En los comentarios destacan los de personas que lamentan que el buen trato y la comprensión por parte de un hostelero hacia sus trabajadores sean la novedad: “Lo más triste de todo es que esto sea anecdótico. Y los empresarios explotadores sean la orden del día”, dice un tuitero. “Cuando lo normal se convierte en extraordinario”, coincide otro. “Es un ser de luz en un mundo oscuro”, afirma otro.

Pero también hay quien dice que con esas palabras no es suficiente en una situación como esa. “Le dice ‘No vengas mañana y listo’, pero el quid de la cuestión es que un esguince no se cura en un día”, dice un internauta. “Si es un esguince y le dice ‘No vengas mañana y listo’…, me toca el pie, nunca mejor dicho. ‘Quédate en casa el tiempo que el tobillo necesite’ es la respuesta correcta, pero vamos...”, se suma otra.