Los camareros están muy solicitados, y en muchos casos muy mal pagados, como suele denunciar el profesional de la hostelería Jesús Soriano, que muestra muchas de las miserias de su sector (horarios, jornadas, salarios, condiciones...) en su cuenta de X (antes conocido como Twitter) @soycamarero. Un trabajo, el de camarero, imprescindible para que el negocio salga adelante y que lleva en ocasiones a los empleados a trabajar incluso enfermos o lesionados por miedo a perder el trabajo.

Uno de los casos más indignantes de las últimas semanas ha sido el que ha compartido Soriano en su cuenta con el texto: “Es que no puede ser”, una frase que aparece en la captura que ha subido de la conversación de WhatsApp entre un camarero y su jefe.

“Buenas tardes, estoy en urgencias y no creo que me dé tiempo a ir a las 4, iré en cuanto termine y te llevaré el justificante”, comienza el empleado. Su jefe ni siquiera le pregunta por qué está en el hospital o si se encuentra bien, sino que directamente salta con reproches. “Mira, yo esto es una cosa que no puede ser. (Tu compañero) no viene y tú que vienes tarde. Yo lo siento mucho pero tú entras a las 16 horas y a las 16 tienes que estar”, le responde, absolutamente inflexible y sin ningún tipo de empatía.

El camarero sólo acierta a escribir “vale” y “gracias” mientras el hostelero prosigue con sus ataques. “El justificante la verdad que no lo quiero para nada. Ya os dije que vuestros problemas sintiéndolo mucho son vuestros. Lo que no puede ser es que me falléis dos personas dos días a la vez”, remata, como si acudir a Urgencias fuera una actividad de ocio.

El post ha generado una avalancha de comentarios de personas indignadas con la actitud del jefe. “No le pregunta qué le ha pasado ni que tal está, para ese personaje el camarero es una herramienta de trabajo como la airfryer o la batidora... Telita... Y luego son los que levantan el país, ¿no?, que todos comemos gracias a ellos...”, lamenta un usuario de X. “Nunca pongáis por delante el trabajo antes que la salud. Si por mi exjefa fuera, tendría que haber abortado a mi primera hija”, afirma otra.

“Esa manía que tienen los trabajadores de enfermar, es que así no se puede llevar un negocio”, dice otro con ironía. “Si a los empresarios les importa una mierda nuestros problemas y nuestra salud, a nosotros nos importa una mierda los suyos y su falta de personal y previsión. ¡Ningún trabajo vale nuestra salud! Por favor, no nos acostumbremos a ceder ante semejante abuso, la salud no se compra”, reflexiona uno más.