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El callejón de las botxerías

Bidebarrieta acoge la presentación de Morir en la arena, última novela del escritor Leonardo Padura

La biblioteca colgó el cartel de “aforo completo”

En imágenes: Bidebarrieta acoge la presentación de Morir en la arena, última novela del escritor Leonardo PaduraJosé Mari Martínez

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Las tres primeras letras de Morir en la arena, la novela que ayer presentó el escritor cubano Leonardo Padura en la biblioteca de Bidebarrieta dicen mucho. Uno díría que lo dicen casi todo. No corro el riesgo de que me acusen de ser un cabrón del spoiler si les cuento que la novela comienza así: “–Me cago en ...” y, sin embargo, desde la editorial Tusquets del Grupo Planeta (ayer acompañaban a Leonardo en la biblioteca Maite García y Verónica Lodeiro...) van un poco más allá en el resumen. La novela, según cuentan, gira en torno a la vida de Rodolfo que siempre ha estado marcada por el trauma de la guerra de Angola, pero sobre todo por el asesinato de su padre a manos de su hermano Geni, apodado Caballo Loco. Ahora, recién jubilado, Rodolfo se encuentra con que recobra la intimidad inesperada de su cuñada Nora, viejo amor de juventud, pero también con una noticia inquietante: van a excarcelar a su hermano parricida, aquejado de una enfermedad incurable, y no tiene otro destino que la casa familiar. A partir de ahí se cuentan “magistralmente” cincuenta años de un país.

No debe estar muy lejos de la verdad ese magisterio, si se juzga que en la presentación se colgó el cartel de “Aforo completo”. El librero Kepa Torrealdai, quien se acercó a vender el libro del escritor cubano in situ no paraba ya cola se enroscaba como una serpiente de cascabel. Begoña Morán, imagen de Bidebarrieta, seguía todo de cerca e Isabel López Gil, compañera de vida de Leonardo, no disimulaba el asombro.

Para cuando entró en el auditorio el escritor y su séquito no cabía un alma más. Allí se encontraban el realizador de cine Ernesto del Río; la periodista que presentó a Leonardo, Inés Jauregi, Juan Cerezo, Nieves Angulo, Irati Díaz, Miguel Parra, Eva Vázquez, Javier Tevas, Koldo Mendia, presidente de la FViB; la cubana Merelis Oxley Torres, Marta Gallego, Paul Ortega, junto a su hijo, Jon Ortega, Alberto Callejo, Karen Baste, Leire Ibáñez de Maeztu, Izaskun Muguruza, Clara Medina, Maite Aranguren, Marga Esteban, Yolanda Martínez; Maria Flavia Sandrock, Karl Sandrock y Luz Mariana Tovar, quienes, como tanta otra gente, aguardaba con expectación; Marije Gorbea, Andrés Alonso, Carlos Fernández, Maite Pérez, Charo Pérez, Mila Resa, Jon Goyarrola, Raquel Martín, Miren Ezkurdia, Dolores González, Carlos Mendia, Ignacio Agirre, seguidor del escritor cubano de tiempo ha, Natxo Ibarretxe, María Jesús Ortega, Dulce González, Javier Maestro, Ainhoa Ibarguren, Jesús María Careaga, Itziar Marzana, Tami Castillo, Silvia Salamanca, Juan Cuevas, Itziar Araiko, Nekane Basabe, Prudencia Cuesta, Enrique Ibáñez y así hasta abarrotar una sala con gente admiradora de un escritor que ganó el Premio Princesa de Asturias de las Letras en 2015 y un sinfín de galardones más y que ayer avanzó algo que ya sospechaban los presentes. “En mis novelas no hay una sola mentira sobre la realidad cubana”, dijo.