El famoso coronel jubilado de García Márquez no tenía quien le escribiera. En cambio, a Resurrección María de Azkue cada vez le escriben más.

El certamen literario para escolares de entre 10 y 17 años que organiza Euskaltzaindia, con el patrocinio de BBK, ha batido récords en la última edición. Si en 2017 se presentaron 151 firmas, este 2025 fueron 574.

Los premios se entregaron ayer. Y se adjudicaron para narrativa y poesía en dos categorías de edad, de 10 a 13 años por un lado. Y de 14 a 17 por otro. Tal era el motivo por el que, a media mañana, bajo los arcos de la Plaza Nueva, en lugar de bandadas de turistas, pululaban adolescentes de mirada instrospectiva y tendencia a cavilar. Podría tratarse de futuros Atxagas. O Miren Agur Meabe. La presente llegó sonriente, con un vestido tan sencillo como maravilloso, bolso al hombro. Y se puso a charlar con la chavalería.

Explicó Erramun Osa, en el preludió a la entrega de galardones, que el presidente de Euskaltzaindia, Andrés Urrutia, se encontraba en Cataluña debido a una jornada de la academia de allí y que lamentaba no poder estar presente como otros años. Y que su lugar lo ocuparía la multipremiada narradora y poeta citada, natural de Lekeitio, como el propio Azkue. Meabe es, además de académica, secretaria general de la institución. Le acompañó en el protocolo el responsable de cultura de la BBK, Koldo Bilbao.

El discurso de la autora constituyó un relato en sí mismo. Tras la bienvenida, manifestó su deseo de pertenecer al mismo equipo creativo de quienes tenía enfrente. Y narró su recuerdo de niña de cuatro años, febril por el sarampión, tratando de leer un cuento. “Para mí, la literatura tiene el sabor agridulce de un jarabe. Y es un universo donde lo mágico es posible”, dijo. Para la joven concurrencia también podría parecer mágico sentarse en el salón de actos de la academia y ser objeto de una recepción por todo lo alto. Y haber ganado un premio que les reconoce brillo, capacidad y potencial para formar parte del futuro literario.

Escuchaban cracks de las letras como Anari Larburu, Aner Elizondo, June Salazar, Jon Maestre, Nahia Cid, María Iribar, Libe Martín, Ekhi Arizmendi o Kattin Madariaga. Les acompañaron orgullosas madres y padres, así como satisfecho profesorado, caso de Estefanía Arza, Carolina González, Raúl Cid, Mikel Fanegas, Josune Larrañaga, Kepa Iribar, Sara Aranburu o Aritz Aristaran. Mención especial merece Haurtzaro Ikastola, de Oiartzun, que recibió el galardón al centro educativo que más obras presenta. Y lo logra por segundo año consecutivo. Algo hacen bien. Recogió el diploma la profesora Soalde Arbelaitz.

Asistieron dos integrantes del jurado. Se trataba del escritor y doctor en psicodidáctica, Manu López Gaseni, y de la escritora, académica y traductora, Igone Etxebarria. También tomaron parte del jurado Jabier Kaltzakorta, Castillo Suárez, Patxi Zubizarreta y Garbiñe Ubeda.