Dice un viejo refrán que “quien buen oficio sabe, de buena despensa tiene llave”. Y se cumplía ayer en quienes Bilbao Centro distinguio por su dilatada trayectoria profesional.

Ninguna duda de que la despensa de Nacho Monge, propietario del restaurante DO Bilbao, sito en Rodríguez Arias, es de campeonato. Se resistió a revelar el hostelero qué cenó Isabel Pantoja cuando fue a su local. Discrección.

Qué decir de la despensa de quien creó el establecimiento especializado en regalos gastronómicos Le Bigott, Jaime Pons. Pronunció una gran verdad: “el regalo gastronómico nunca tiene origen, solo tiene destinatario”. Frase que pide mármol.

Bueno ¿y la despensa de María Jesús Calvo? Hecha un pincel a sus setenta y pico. Llegó a Bilbao en un camión con su familia desde Palencia allá por los años cincuenta. Y se puso a trabajar a los catorce años con el firme propósito de endulzar la vida de los demás. Trabajó en la Pastelería California. Después, Urrestarazu la buscó para que se encargará de la Suiza cuando logró el traspaso. Más tarde, ella y su socio, José Antonio Martín, se hicieron cargo del negocio. Fueron 34 años de madrugones, atención al público y escaparates de premio. “¡Qué ilusión ver a más gente conocida por aquí!”, comentó al comprobar que entraban más grupos al evento. Y se fue a saludarlos.

Buena despensa también la de Maribel Alonso, de Super Lady, tienda de moda especializada en tallas de la 48 a la 70. Entre sus clientas, muchas mujeres de las que pasean por Bilbao. Y también la actriz Florinda Chico. O la inolvidable alcaldesa de Urduña Anamari Barañano.

Despensas llenas de volúmenes, revistas y cuadernos las del librero Iñigo Gámir (Intomar, en Zabalburu) y la del gran Txema Soria, hombre con mirilla. El cantautor Iñaki Basabe tendrá la suya repleta de guitarras, cejillas, partituras, poemas y claves de sol.

Pero, para despensa, la de Pedro Prieto. Inolvidable. Su esposa, Silvia García, habló de él en presente al recoger la distinción. Prieto, motor de la Casa Alavesa, cofundador de la Cofradía de la Makila, impulsor de los concursos gastronómicos de Aste Nagusia, miembro de Moskotarrak. Y persona volcada en hacer felices a los demás. Tremendos aplausos y gritos de ¡¡Pedro, Pedro, Pedro!! Como si se tratase de un mitin.

Presentaron el evento la directora artística de Bilbao Centro, Olga Zulueta, y una de las voces de Bizkaia, Ramón Bustamante.

Estaba el presidente de asociación de comerciantes organizadora, Adolfo Llorente, y su gerente, Jorge Aio, así como el presidente de Bilbao Dendak, Rafael Gardeazabal, y el de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo, Luis Arbiol, o su gerente, Janire Torvisco.

Se acercaron las parlamentarias Lorea Bilbao y Naiara Fernández Madariaga, o los ediles Esther Martínez y Ángel Rodrigo, además del Subdelegado del Gobierno español, Carlos García Buendía.

Puso la música Jon Zuazola ‘Zua’, el violinista Kike Pérez, sentado junto a Marijo Villanueva, acudió “de invitado”. Estaba el emérito y genial Josetxu Rodríguez, más que periodista de DEIA, así como el siempre eficaz José Mari Amantes.

Acudieron, entre otras muchas personas, Marian Zalla, Javier Sánchez, Katy Ryan (británica ajena al Mánchester-Totenham), el crack de las artes gráficas Cipri Blázquez, Carlos Pérez de Azpeitia, María Alonso, Gloria Prieto, Gurutze Gutiérrez, Ainhoa Ortega, Goyo Urbizu, Araceli Santos, Ana Ruiz de Gauna, Ania López, Josu Marquijano, Aitor Pereira, Gorka Sáez ‘Txala’, Estíbaliz López Intxaurbe, Koldo Joaristi, Iñaki Betes, Alberto del Hoyo, Izaskun Esteban, Edurne y Begoña Pereda con el pequeño Luken (todo un entusiasta de la vida a sus cuatro meses), Toñi Sánchez, Virginia Giménez, Luis Angel Castresana, Ana Alvarez, o Elena Busturia.