Karla Llanos, un proyectista de 76 años que ejerce de “jubilado feliz”, es millonario en visitas a su blog, Memorias de Getxo. Va para el millón y medio. Una cifra difícil de alcanzar incluso hasta para influencers de las tendencias de moda que suben vídeos recomendando conjuntos ajustados, o musculosos muchachotes que propagan dietas milagrosas luciendo tatuajes.
El blog de Karla habla de otra cosa. Fundamentalmente de la memoria de Getxo desde que existe la fotografía. También emplea redes sociales para difundir esa memoria, pero se lo está planteando. “No me gustan nada las ideas de ese Elon Musk y menos aún contribuir a su negocio”, nos comentó preocupado ayer.
Ahora, tras unos años alimentando el blog, ha dado otro paso. El de publicar, con la colaboración del ayuntamiento, un libro que recopila en sus más de doscientas páginas decenas de imágenes de acontecimientos sucedidos en Getxo entre 1865 y 1936 con sus correspondientes textos.
La ingeniera de telecomunicaciones y concejala Transformación Digital y Atención Ciudadana del municipio, Zaloa Campillo, sugirió a Karla Llanos, durante sus palabras de saludo y agradecimiento, que fuera “preparando una segunda parte que abarque desde 1936 hasta nuestros días”. Es más que probable que el cronista se ponga manos a la obra. Aunque lo que adelantó en petit comité momentos antes del evento es que tiene documentadas, con fotos propias archivadas desde 2012, todas las fiestas de cada uno de los barrios getxoztarras.
Llanos, que nació en la plaza de las Escuelas de Algorta, vivió entre los 6 y los 26 años en Romo, y después en Santa María de Getxo, se describe como “un enamorado” de su pueblo, al que le proporciona una “enorme satisfacción” su tarea voluntaria de cronista bloguero. Una labor que le hizo merecedor en 2016 nada menos que del premio Aixe Getxo! en la categoría de Patrimonio cultural intangible.
“Este libro es una especie de hijo que nace del amor de sus gestantes. Es fruto de una paternidad extendida en la que participan Eugenio Gandiaga, María Antxia, Mikel Erkoreka y Susana Barbero”, dijo el autor, que mostró sincero agradecimiento a las personas que le animaron, impulsaron y ayudaron. Además de la antes citada edil Campillo, se acercó a Romo Kultur Etxea, donde a las siete de la tarde tuvo lugar la presentación, el concejal de Participación, Gorka Mostajo.
En los instantes previos a subir al estrado y ponerse ante el micrófono, cosa que reconoció que le causa cierta aprensión, Karla Llanos debió atender a las servidumbres de quien publica. Firmó ejemplares. Y se tomó su tiempo en las dedicatorias. Uno para Juan Miñana, que estaba “pochito en casa”, según la peticionaria, María Jesús Sans, a la que acompañaba su sobrina, Azucena Sans, residente cerca de Fráncfort desde hace más de medio siglo pero que visita su Getxo natal todos los años. Entre otros, el ejemplar de Susana Andilloz puede presumir asimismo de rúbrica.
Acompañaron al autor, su hija, Saioa Llanos; su hermana, Ane Llanos; su esposa, Itziar Zubillaga; o su prima, Marian Gerediaga. Asistieron el escritor Javier Olabarrieta, o el castreño residente en Getxo, Manuel Ibáñez, coleccionista de postales antiguas, de las que posee en torno a 20.000. Estuvo el popular Joseba Aranguren Morotxo.
Acudieron en familia a la presentación José Javier López, Pablo Jesús García, Ángel Pérez, María Teresa López y Manuel Pérez.
Se contaban entre quienes ocupaban sus asientos en el coqueto auditorio de Romo Kultur Etxea Juan Pablo Ibarra, Arantza Olabarrieta, Begoña y José Manuel Sanchoyerro, Julia Combarro, Mariví Perea, José Ramón Totoricagüena, Luis Villagrán, Ruper Ormaza, Juan Pablo Ibarra y Pedro A. Gutiérrez.