EL euskera, que es viejo, sabio y testarudo, guarda en su diccionario la palabra perfecta: sargori. No se trata exactamente de bochorno. No es eso. Es calor a la sombra, calor bajo las nubes negras, calor. Pero con mucha humedad y amenaza inminente de lluvia. De aguacero para ser exactos. Eso es sargori. Y eso es lo que hacía ayer en Algorta, en Getxo y en toda Bizkaia. Podía haber roto el aguacero en cualquier momento. Pero San Inazio no quiso. Y no quiso seguramente porque se celebraba en Algorta y al aire libre una de las jornadas festivas en su honor.
Aunque corrió el rumor de que si caía un chaparrón la cosa se trasladaría quizá al cercano frontón, el concurso de tortillas y la comida popular de las cuadrillas tuvieron lugar en la plaza de San Nikolas. Como San Inazio manda.
Bajo una pequeña jaima y la supervisión de delegadas de la comisión de fiestas, Paula Bas y Miren Bilbao, jurado del concurso de tortillas, trabajaron duro. Una cola nutrida, variopinta y ruidosa jaleaba o lamentaba los comentarios. Fueron 38 las porciones de tortilla de patata. Se dice pronto. Bocados salados, sosos, quemados, crudos o exquisitos que trasegaron con sorbos de refresco y abnegación ignaciana. Además, parece que no solo se puntúan los valores gustativos y la presentación de la redonda pieza culinaria, sino también el propio acto de entregarla al jurado. Así que una cuadrilla lo hizo mientras un componente tocaba el txistu y el tamboril y otro bailaba impecablemente vestido de dantzari. Y hubo quienes concurrieron con disfraces manufacturados o cantando a capella Beti eskamak kentzen.
La cuadrilla 38
Si habitualmente son 37 las cuadrillas inscritas, este año se ha sumado una más. La compuesta por en torno a una quincena de jóvenes marroquíes acogidos por la asociación San Nikolas Zabalik. Según la organización de las fiestas, no solo participan en los San Inazios sino que también colaboran y, por lo que pudimos saber, su tortilla era una de las que contaba con grandes opciones de victoria ayer. “Casi todos venimos del sur de Marruecos”, dijo Abdellah luciendo tortillaza. Melinda Arango, de la asociación, y el educador Xabier Elgezabal acompañaban a los jóvenes, casi todos con el pañuelo rojo al cuello, y subrayaron que se trata de “muy buenas personas con ganas de salir adelante”. Eran Khalla, Ahmed, Hassain, Lahcen y el resto de la cuadrilla.
También estaban con su mesa, su silla y su jaima, esperando los manteles de papel, la ensalada de pasta, las albóndigas y la tarta San Marcos de la comida popular, las de Zuhur eta Lur. O sea, Lucía Muñoz, Maider Saiz, Carmén de Andrés, Adriana Iglesias, Victoria Perales, Catalina García, Cayetana Gulías y June Mujika.
Kolo Kili iban en quinto lugar, con opciones de entrar en el podio. Se trata de Diego Miguel. Naia Goitia, Jone Guisasola, Amaia de Velasco, Leire Martínez, Gaizka Criado, Asier Castillo y Ane MJ. Detalló MJ que “el concurso de cuadrillas consta de distintas pruebas, las tortillas son solo una de ellas, también puntúa el concurso de play-back, la bajada, los rallyes y las herri-kirolak festivas”. Kolo Kili confiaba en su tortilla pero no tenían claro el planteamiento para el play-back.
Gabriela Bahón, Xabier Cerro, Pablo García, Ane Legarreta y Lucía Múgica forman Musutruk. “Vamos en el puesto 14”, apuntaron con el añadido de que lo suyo era pasarlo bien y acercarse al “top 10”.
Dijo María Arketa que su cuadrilla iba “fatal” pero que “la tortilla ha cambiado el asunto, porque nos ha quedado muy buena. Y para el play-back vamos a presentar una batucada”. Además de María, son Lucía Bidaurrazaga, Nekane Villar, Irati Etxebarria, Naia Landa, Hodei Allende, Terese Argaluzea e Ilyara Cortez.
Que San Inazio protegiera las voces en días de fiesta sería demasiado pedir.