POR un momento parecía que les podía coger el toro. El empresario Manuel Chopera y el ganadero Andoni Recagorri bajaban Hurtado de Amézaga con el presidente de la plaza bilbaina, Matías González, en un taxi. Se trataba de los protagonistas del coloquio organizado ayer en la sede del casi centenario Club Taurino para analizar las corridas generales de este año. Y había atascazo en la calle. La música de clarines y timbales automovilísticos alcanzaba las ventanas del club, un tendido sobre el encierro circulatorio.
Se había celebrado la entrada en corrales de los novillos que se lidiarán en el certamen en memoria de Iván Fandiño que se desarrollará este fin de semana en Vistalegre. Ahí estaban los maestros llamados al coloquio. Y el tramo desde Zabalburu hasta Hurtado de Amézaga 4, ubicación del club, se había tupido inesperadamente. Al final, todo quedó en un revolcón sin importancia que se resolvió con cinco minutos escasos de retraso. Nada.
Tiempo suficiente para curiosear entre las tintas a mano alzada de García Campos que decoran las paredes, así como un gran fresco con la silueta del campanario de San Antón tras unas mulillas y los alguaciles, obra del mismo pintor. O la manga del traje de luces de Manuel García, El Espartero, corneado y muerto por el Miura Perdigón en mayo de 1894.
Echo el paseíllo, abrió plaza en el coloquio el presidente del Taurino, Juan Manuel Delgado. Tras un resumen de la evolución de entradas y abonos en Bilbao y de felicitarse por su recuperación en 2023, apuntó que “los aficionados, las peñas, los clubes, incluso los nuevos, que también han aparecido, tenemos que arrimar el hombro, tenemos que apoyar porque, si no, no van a hacer falta antitaurinos, nos cargamos la feria nosotros, los aficionados”.
El joven empresario Manuel Chopera explicó que empiezan a trabajar en las corridas de Bilbao desde el mismo instante en el que acaba la Aste Nagusia anterior. Primero, las ganaderías. Y, a principios de la primavera, los matadores.
“A finales de mayo teníamos una feria montada y nos encontramos con que Morante de la Puebla no está disponible para verse anunciado en una plaza como Bilbao”, relató Chopera. “Debo muchísimo a la afición de Bilbao, por eso tengo que verme al 100% para ir, y no es así”, argumentó Morante según Chopera. “Nosotros aguantamos unas semanas, insistimos, pero sin resultado. Y eso nos produce un efecto dominó, porque, si falla Morante, ese cartel pierde y obliga a reequilibrar todo”, reveló Chopera.
A pesar de esa circunstancia, la partida queda, en opinión del intendente, interesante. “Va a ser una feria exitosa puesto que hemos sabido recomponerla y añadir unos alicientes que la primera no tenía. Como el mano a mano entre Daniel Luque y Borja Jiménez con toros de Fuente Ymbro”, añadió.
El cartel, creado por el artista bilbaino Ignacio Goitia, luce además los nombres de Ponce, Castella, Perera, Roca Rey, Manzanares o Talavante entre otros. El ganadero Andoni Recagorri describió el abono como equilibrado, defendió los astados de Daniel Ruiz y se alegró de la presencia de los de Dolores Aguirre.
Escuchaban el secretario del Taurino, Guillermo Gutiérrez; el antiguo vicepresidente, recién arribado de Benidorm, José María Sandoval; o el empresario Antón Taramona.
Asistieron Jaime Ibáñez de Mendoza, Javi Carrasco, Tere y Carmela Rodríguez, Ángel Comonte, Francisca Nieto, Juan Carlos Lorente , Joseba Laconcha, Iñaki Arteta, Txomin Fernández, Mikel Pérez, Fernando Aburto, Hugo Pinto, Ángel Gómez Palacios, Rosa Gómez, José Ángel Gárate, Roberto Borrelli o Pablo Insunza. Ricardo Calleja se acercó desde Salamanca al efecto y ocupó su silla cerca de Marcelino Arroba, Rosa María Rodríguez de Berrojalbiz o Angel Silverio.