Dan ganas de preguntarle nada más verla. ¿Por qué estás enfadada, pequeña? Esa imágenes cascarrabias, esos ojos que cautivan, esa mueca torcida... Las niñas punk de Yoshitomo Nara, el artista vivo que más vende hoy en el mundo, tienen la atracción de una piedra imán. “Basta con que entren en la instalación en la que tanto ha trabajado Lucía Agirre para que se hagan una idea de cómo es la cabeza de Yoshitomo”, comentaba ayer el director del museo Guggenheim, Juan Ignacio Vidarte, a la hora de presentar “la más grande exposición que se ha hecho de Yoshitomo en Europa y que viajará desde Bilbao a Baden-Baden (Alemania) y Londres”. La muestra, patrocinada por BBVA (el director de la Fundación BBVA, Rafael Pardo fue el emisario de más rango...), es una joya del siglo XXI.

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El Guggenheim se llena de niñas con cabezas gigantescas Pankra Nieto

Meterse en la cabeza del artista japonés, dijo. Claro que sí. No en vano, la instalación asombra. Nada más entrar en la sala uno se encuentra con una casa en cuyo rótulo reza el mensaje Place like home y cuyo interior recuerda al alboroto de un estudio del artista. A la derecha, según se entra, hay un recoveco que recuerda la infancia de Yoshitomo, sus orígenes de una familia pobre y rural y su refugio en la música que escuchaba en la emisora Fan Eat Network que emitía música para los soldados norteamericanos en Vietnam. Allí se encandiló con Bob Dylan y sus letras antibelicistas y con el folk americano e inglés.

La gran cabeza de ojos grandes y miradas inquietantes sobrecoge. Las fuentes de la creación de Yoshimoto son recuerdos de infancia, su conocimiento de la música y la literatura, la historia del arte japonés y europeo y los estimulantes encuentros con otras culturas.

A la cita no faltaron la vicelehendakari y consejera de Cultura, Ibone Bengoetxea; el consejero Bingen Zupiria; la diputada foral Leixuri Arrizabalaga, Rafael Orbegozo, Pilar Aresti, Juan Pujol, Javier Font, Álvaro Aresti, Ana San José, Alberto Delclaux; el notario José Antonio Isusi; el presidente de la Sociedad Bilbaina, Juan Goiria, Reyes Villanueva, Susana Palomino, Alejandro Muguerza, Carmen García, Jorge Sánchez, Ana Larrea; la pareja sabia en cuestiones de arte que conforman Alberto Ipiña y Begoña Bidaurrazaga, Fernando Ortega, Luis Ramón Arrieta; el director de Cultura, Iñaki López de Aguileta, Ibon Areso, Jon Ortuzar, Mariano Gómez, Begoña Cava; el bibliófilo José María Arriola, Begoña Lertxundi, Jorge Canivell, Josu Ormaetxea, Amaia Albizuri, Aranzazu Castresana, Nora Sarasola, Yolanda Zugaza, María Antonia Zalbide, María Eugenia Zalbide y Marina Sáenz, Edu López, Ana Román, Julia Carvajal, Raquel González, Eduardo Andrade, Jon Salinas, Enara Venturini, Lorea Bilbao, Itxaso Elorduy, Beatriz Marcos, Nekane Lauzirika, Elier Goñi, Isidoro Beltrán y un buen puñado de gente que pasaba a la estancia donde la niña de morros le mira a uno con un gesto sobrecogedor.