Apnabi Autismo Bizkaia conmemora el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo con una fiesta en El Arenal
EL 2 de abril fue designado por la Asamblea General de la ONU en 2007 como el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, que hace hincapié en la importancia de sensibilizar a la sociedad sobre el autismo. Diecisiete años después, ya no se trata solo de concienciar a la opinión pública, sino de promover la aceptación y el aprecio de las personas autistas y de su contribución a la sociedad. Piden una mayor comprensión, tolerancia y respeto hacia las personas dentro del espectro autista. El propio secretario general de la ONU, António Guterres, lanzó un mensaje clarividente a lo largo del día. “El Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo es un momento para reconocer y celebrar las importantes contribuciones de las personas con autismo en todos los países y comunidades. Pero en todo el mundo siguen enfrentando barreras a sus derechos fundamentales a la educación, el empleo y la inclusión social, como lo exige la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, dijo.
Ayer Apnabi Autismo Bizkaia, entidad que preside Mikel Pulgarín que cuenta con la gerencia de Natxo Ruiz y que cuenta ya con 46 años de edad, lo que habla bien a las claras de su madurez, organizó un encuentro conmemorativo de esta fecha en los tinglados de El Arenal, espacio donde todo fluyó con soltura, al aire libre y al compás del ritmo que marcó la fanfarria El despiste, una banda que jaleó toda la mañana. ¿Lo más seguido de su música...? ¡El himno del Athletic! No en vano, aseguran que podrá oírsele en La Cartuja. Hubo, además, un photocall en el que se podía posar con un sombrero, castillos hinchables, mesas de dibujo y un espacio para que resonase una llamada de atención alegre y visible. Todo estuvo bañado por aerosoles que tiñeron el cielo de azul –se ha eliminado la tracional suelta de globos en defensa del medio ambiente...– y por encuentros de personas con trastornos del espectro del autismo (TEA) y sus familiares y amigos, junto a profesionales y gente de otras organizaciones del mundo de la discapacidad.
Fue una mañana feliz junto a la ría, un tiempo para dejarse ver y hacerse oír. En la misma no faltaron el presidente de Aspace Bizkaia, Txitxa Castillo; su gerente, Elías Leguina, Marta Astigarraga; la vicepresidenta de Apnabi Bizkaia, Begoña Álvarez, Irati Muguruza, Luis Antonio Sobrino, Carmen Balerdi, Ander Ibáñez de Aldecoa, Manuel Ibáñez de Aldecoa, vocal de Apnabi; Ricardo Blanco, Begoña Blanco, Maite Gutiérrez, Jorge Ayestaran y un buen número de gente entregada a la causa.
La gente iba y venía, se saludaba. Es increíble la fuerza de voluntad que se vivió. No se trata de negar la realidad sino de afrontarla con una inconmensurable fuerza de voluntad, es así como se sobrevuelan los imposibles. ¿Es posible que una persona con síndrome autista sea capaz de llevar una vida independiente? Para quienes ejercemos de meros espectadores es un desafío de complicada resolución pero la vida ofrece un puñado de ejemplos que demuestran la fuerza del “sí se puede” martilleándote la cabeza con un son incesante.
A la cita no faltaron gente de Futubide como Mikel Barrón, Eguzkiñe Sánchez y Gerardo Pastor; Iñaki Hernando, colaborador entregado en Apnabi, Jon Izquierdo, Asier Prego, Abraham Uribarri, Ainara Pablos, Adrián Castello, con la perrita Mosquita, María Jesús Gómez, Patricia Martín, Ricardo González, Ainhoa Basarrate, Antonio Rubio, Iratxe Rodríguez, Lorena Matey, Janire Santamaría, con el joven Aitor Garay, Raquel Sedano, Carlos Mendiguren, Eneko Zudaire y toda una corte de hombres y mujeres enrolados en la lucha contra el espectro autista y contra las barreras que lo ocultan a los ojos de una sociedad que debiera escucharles.