Allí, en el corazón de la orquesta. Allí se levanta el reino de Midas de las melodías. De acuerdo con la mitología griega, Midas convertía en oro todo lo que tocaba. De acuerdo con muchos de los melómanos empedernidos que acaban de acompañarles en la celebración, la Orquesta Sinfónica de Acordeones de Bilbao (BAOS) que gobiernan entre Amagoia y Asier Loroño también convierte en oro toda pieza que toca, que interpreta. ¿No me creen? Corro a decirles, para disipar cualquier duda, que la celebración de la que les hablaba era la de la concesión de la medalla de oro al mérito en las Bellas Artes, al tiempo que lo han recibido, pongamos por caso, Santiago Auserón, el dramaturgo Mario Gas, el actor Javier Cámara, el corazón terremoto de María Jiménez o el pintor de batallas Augusto Ferrer-Dalmau, pongamos por caso.

Todo tuvo lugar en la Sociedad Bilbaina que preside Juan Ignacio Goiria, donde casi al tiempo Covadonga Saiz Bernuy moderaba un coloquio taurino entre Curro Vázquez y Pablo Aguado. A la cita con los arcodeones, Bilbao fue llegando a borbotones. El alcalde de la villa, Juan Mari Aburto, el consejero Bingen Zupiria, Ibon Areso, Amaia Arregi, Gonzalo Olabarria y el presidente del club Cocherito, Sabino Gutiérrez, con un punto de retraso, justificado por el soponcio del ascensor que se paró en medio de la ascensión. A la cita tampoco faltaron, con menos apuros, la consejera Idoia Mendia, Begoña de Ibarra, Alfonso Carlos Saiz de Valdivielso, quien glosó la figura de la BAOS, la actriz Maribel Salas; el presidente de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao, Ricardo Franco Vicario, Conchi Arizaga, José Mari Amantes, Olaia Azaceta, Álvaro Pagonagabarra, el poeta José Ramón López, Misere Josephe, Yolanda Díez, Luis Eguiluz, Josune Ariztondo, Jesús Errazti y Gabriel Rodrigo entre muchos nombres más.

Fue la gente llegando, como digo, al compás. Así lo hicieron Arantza Camarero, Isabel Martínez, Iñaki García, Laura Cartagena, Joseba Solozabal, Agurtzane Bilbao, Sergio Ovejero, Marian López, Maite Moñux, el cantautor Iñaki Basabe, Marije Villanueva, Manu Suárez, Pedro Garmendia, María José Fernández, Marcelino Gorbeña, quien acudió en nombre propio y en el de Iñaki García Ergüin, María Jesús Cava, Marisa Bernuy, Santiago Gonzalo y toda una corte de gente que admira, desde hace tanto tiempo ya, lo que ha admirado el Ministerio de Cultura y Deporte ahora. Así lo dijo en sus reflexiones. “(...) esta orquesta es una referencia indiscutible en su género, un patrimonio artístico de primera fila de la ciudad de Bilbao. La orquesta se caracteriza por la originalidad y calidad de los arreglos y adaptaciones de su amplio y variado repertorio, que abarca diferentes estilos de música, configurando programas del gusto del público que disfruta de la música de siempre”. Aún esperan la medalla físico. Ayer se la entregó, de corazón, la ciudad por la que suena.