UANDO le dije a ama que me habían concedido el txikito de honor me contestó, socarrona, que sería por el consumo". Esas fueron las primeras palabras de agradecimiento de Xabier Lapitz, quien redondeó el susedido añadiendo su respuesta. "No creas. Ahí hay mucha competencia", le dijo. Fue la gilda del humor -casi puede decirse que lo del taco de bacalao salado para chupar ya pasó a mejor vida..- que siempre desata la sed. Sabe lo que se trae entre manos Xabier.

Las mismas manos que no soltaron el vaso de culo gordo, sujeto como si fuese una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de la bilbainía, un preciado tesoro. No en vano, el periodista y presentador del programa En jake de ETB, junto con la Asociación de Hostelería de Bizkaia (Héctor Sánchez, Ángel Gago y Boni García conforman la santísima trinidad de la asociación...) recibieron ayer, en el Palacio Yhon (el edificio de La Bolsa del Casco Viejo de toda la vida, donde este año no se cantará la tradicional Salve de los txikiteros), los premios Txikito de Honor 2021, el galardón que concede el colectivo Txikitero Artean (entre txikiteros), constituido por la Peña del Athletic del Casco Viejo, la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo, Asociación de Comerciantes de Bilbao La Vieja, San Francisco y Zabala, Bilboko Txistulariak, el Mercado de La Ribera, Beren Beregi, Tecuni, Argilinex, Viveros Gondra, el gremio de pastelería de Bizkaia, BilbaoHistoriko, la compañía de Gargantúa, Pentagrama, Sociedad Coral de Bilbao, la Escuela de Acordeones Loroño y Bizkaiko Txakolina y que reconocen la labor y contribución de personas y colectivos en la promoción de Bilbao y del txikiteo como forma de relación humana e integración social.

A la cita había convocado a la concurrencia tocados con txapela, otra sana costumbre que tantos catarros ha evitado en el deambular de bar en bar. Entre los presentes, dicho sea sin señalar quién y mucho menos el orden en el escalafón, estaba buena parte de esa competencia de la que hablaba Xabier. Sonreía José Ramón Taranco al comprobar la asistencia (no en vano Laboral Kutxa patrocina el encuentro...) y Anton Txapartegi y Maider Zalduondo, jardineros del encuentro que regaron la mañana. El txitulari Mikel Bilbao, ilustrador musical de la ceremonia tocó los acordes del "Iribar, Iribar, Iribar es cojonudo..." en cuanto le vio llegar, con su planta de Txopo. José Ángel Iribar se saludó con todo el mundo y se mantuvo apegado al viejo doctor Ángel Gorostidi; los directivos rojiblancos Goio Arbizu y Begoña Castaño y el embajador de la Fundación Athletic, Jon Zapirain, sin olvidar, ¡válgame Dios!, a Inmaculada Legarreta, presidenta de la Peña Athletic del Casco Viejo.

Con la idea de mantener viva la tradición y de reencontrarse en la cita no faltaron muchos de los clásicos. Entre ellos se encontraba la concejala de Fiestas, Itziar Urtasun (aún se desconocía si se iba a celebrar este año el tradicional mercado de Santo Tomás y nadie osó preguntarle...); la presidenta de la Asociación de comerciantes del Casco Viejo, Rosa Pardo, Marino Montero, Eider Txarroalde; el presidente de Unicef en el País Vasco, Isidro Elezgarai, el entrañable alcalde Ibon Areso, cuya presencia tanta ilusión despierta; José Ramón Sáez, emisario del bar Rio Oja; Beatriz Marcos; José Antonio Aspiazu, del bar Rallye; Manuel Herrero, de los comerciantes de San Francisco; Janire Torvisco, José Antonio Nielfa, 'La Otxoa' y más buena gente.

No fueron los únicos. También pasaron Begoña Urtxaga, Marieli Oviedo, Iker Urkidi, coordinador de BibaoHistoriko, Jujo Ortiz, Charly Uribe, Carmelo Sánchez Pando, Tomás Sánchez y más gente que fue acercándose al bar café Lago para el txikiteo y el almuerzo, con las respectivas paradas en la senda de los elefantes, expresión que tanta fortuna gasta.

El periodista Xabier Lapitz y la Asociación de Hostelería de Bizkaia, nombrados premios Txikito de Honor 2021

La ceremonia tuvo lugar en el Palacio Yhon, donde la concurrencia estaba convocada, con txapela a ser posible