L tempestuoso Jerusalén bajo el mandato británico, aquel Londres arrasado por la Segunda Guerra Mundial, la España en negro que recibe la luminosa visita de Eva Perón y un Tánger que acogerá los pasos de la fascinante multimillonaria americana Barbara Hutton son sus nuevos escenarios. También la Sevilla de posguerra y su legendario Hotel Alfonso XI. Los nuevos escenarios, digo, sobre los que ha sobrevolado la imaginación efervescente de María Dueñas, ayer presente en un Bilbao que vive los preámbulos de la Feria del Libro que dará comienzo mañana. María acudió, de la mano de Asier Muniategi, el guía que orienta a los libros hacia tierra de lectores, a recoger la Pluma de Plata en un acto matutino en el que hicieron acto de presencia el viceconsejero de Cultura, Andoni Iturbe; el concejal bilbaino de Cultura, Gonzalo Olabarria, y el presidente de la Asociación de Libreros de Bizkaia, Kepa Torrealdai.

"De los diversos instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro. Todos los demás son extensiones de su cuerpo... Solo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria", nos dejó dicho Jorge Luis Borges. Echado ya el día sobre el diván de la media tarde, María acudió a la Biblioteca de Bidebarrieta para, de la mano de Bidebarrieta Kulturgunea, presentar su última novela, Sira, una continuación del primer éxito literario de su vida, Tiempo entre costuras. La extensión de los mil mundos que bullen en su interior. Es sobre esas páginas donde aparecen Jerusalén, el Londres pasado por el fuego de las guerras, la resplandeciente Eva y el Tánger de los misterios. Es por ese callejón por donde deambula e intriga una Sira mucho más atrevida y osada que la modista de la primera novela. Y sin perder un ápice de ese encanto que encandiló a medio mundo lector hace ya doce años.

A la cita vespertina, en la que Asier se mantuvo de cicerone y a la que Gonzalo asistió con curiosidad, le puso un lazo Idoia Jauregi, encargada de mover los hilos de la charla. Era todo un desafío, habida cuenta de que un cuarto de hora antes de lo fijado, ya se había desempolvado el cartel de Aforo completo. El Bilbao lector sentía un escalofrío de curiosidad. Martin Frutos, Maite García y José Gómez, emisarios los tres de la Editorial Planeta, y Begoña Martín, Ainhoa Zumalabe y Jone Fernández, tres embajadoras de la librería Etxean (es un templo del buenhacer literario, donde Fernando Fernández despliega sus bellas artes librescas...) aplacaban el hambre y la sed lectoras de los asistentes vendiendo la novela y sonreían. Los seis. Era la constatación de que María tiene imán. Atrae.

Llegó María y dejó una reseña en el libro de honores, agradeciendo su pasión a la gente lectora. Trajo en la memoria todos esos mundos volcados sobre papel y se lo agradecieron los asistentes entre los que se encontraban, además de los ya citados, Cristina Bañales, María Jesús Polanco, Alicia Crespo, Bárbara Fernández, Andoni Alcántara, José María Blanco, Mikel Ortiz de Pinedo, Silvia Ugalde, Virginia Alaguero, Andoni Fernández, Begoña Morán, reina mora de Bidebarrieta Kulturgunea; Mari Carmen Gamero, Marta y Desiré Retuerto; la presidenta de Deusto Bizirik, Julia Diéguez; Elena Massalleras, las jóvenes Ariane Fernández y Haizea Ruiz, Begoña Gaztañaga, María Luisa González, Asier Ortega, Andrea Fernández, Aurori Rodríguez, Julia Revuelta, Miren Elorriaga, Aintzane Barredo, María Luisa Azkarate, Cristina García, Ainhoa Olmos y un buen número de personas que no quisieron perderse el encuentro. No por nada, la inmensa mayoría bien sabía que la literatura es siempre una expedición a tierras fascinantes, algo en lo que María se sumergió hace ya un tiempo. Hoy capitanea extraordinarias caravanas que desfilan por mundos atractivos. Tantos que, leyéndola, uno tiene la sensación de que su fuente no se secará jamás.

Bidebarrieta Kulturgunea acoge la presentación de 'Sira', la última novela de María Dueñas, Pluma de Plata de la Feria del Libro

El encuentro de la escritora con Idoia Jauregi provocó que se colocase el cartel de 'Aforo completo' un cuarto de hora antes del comienzo