OS 80. Las calles de Bilbao estaban plagadas de automóviles ruidosos que lanzaban nubes de humo negro por sus tubos de escape. Muchos aparcaban con medio vehículo sobre la acera. Eso, y las fábricas que a duras penas se mantenían dentro del casco urbano (sí, fábricas) generaban una cúpula de polvo y azufre que se apreciaba perfectamente desde Artxanda. Había bares que cerraban a ninguna hora. Y quien no fumaba dentro era porque no acertaba a encontrarse el paquete de tabaco en los bolsillos. Algún viernes quedó marcado en el calendario sin manifestación seguida por disturbios. La ría, mejor lejos.

Ese fue el caldo de cultivo del llamado rock radical vasco. La etiqueta que todo lo cubría cuando empezaban a atronar una guitarra, un bajo y una batería.

Pero existía más creatividad bajo el smog. Por ejemplo Doctor Deseo, hoy grupo de culto. Y Los Extraños, que luego fueron forzados a bautizarse como Los Raros por una coincidencia de denominaciones. Lo explicaba el experto musical de Radio Euskadi, Joseba Martín, entre toma de corte de voz y toma de corte de voz a los personajazos que acudieron ayer tarde a Bilborock.

"El suyo era un sonido garaje, afterpunk, al margen del rock radical. Eran diferentes, sin salirse del underground. La verdad es que suenan actuales treinta años después", describía Martín, sentado en una silla alterna y rigurosamente numerada y asignada.

Bajo la bóveda del viejo convento transformado en sala de conciertos, iluminada con focos azules y rosas, se escucha Sex-appeal, corte de Yo confieso. Suena a recién generado. Pero con la fuerza que proporciona el peso del tiempo.

"Es un acierto que hayan recopilado temas no editados. Hay una serie de canciones tomadas de directos. Suena muy bien", desgranaba el crítico de Radio Euskadi.

En ese momento pasó un apresurado Aitor Bakaikoa, de la revista Ruta 66, con su chaqueta de cuero negro, rumbo al escenario. Aitor, junto a Goyo Cardiel, de Sarbide Music, y Fernando Gegúndez participó en la presentación de Yo confieso. Gegúndez es un histórico: miembro del jurado del Concurso Villa de Bilbao desde su edición inicial, fundó en los 80 en Bilbao la revista Sintonía.

También intervinieron en la presentación Carlos Martínez, batería de Los Extraños, y Jorge de la Herrán, teclados y voz. Proyectaron un vídeo histórico, charlaron sobre los buenos viejos tiempos y firmaron vinilos y CD a quienes los adquirieron. Eso si, mediante Bizum.

Se encontraba en Bilborock Iñaki Gallardo, responsable del sello que ha grabado los elepés y compactos: Decadencia Corporal. También llegó a tiempo Estíbaliz Arriazu, con Nicolás y Alejandro de la Herrán, así como Dani Gómez Cortázar, Sara Asensi, Barezi Caballero, Maite Silva y Óscar González.

Javier Letamendía, Leta, Txago,Miguel Ángel Gómez, Álvaro Brutusy Adrián Azqueta tuvieron ocasión para conversar tranquilamente bajo el tilo de la entrada.

Kuki Zamarripa, hermana del añorado guitarrista y compositor del grupo, Jon Zamarripa, acudió con Nacho Aurrecoechea. Asimismo estuvo presente el recuerdo al bajista del cuarteto, Félix A. Senderos, fallecido en 2008.

Asistieron, entre otros incondicionales del grupo, Eva Ania, Luis Díaz de Lezana,Paula Salinas, Carlos García Aspiazu e Igor González.

Tras permanecer escrupulosamente sentados manteniendo las distancias, todos regresaron a sus hogares en grupos de menos de cuatro personas, con mascarillas y antes de que se impusiera el toque de queda. Esto sí que suena realmente pospunk y dark. Una realidad ni siquiera dibujada en el más underground de los fancines. Pero ni siquiera eso se hace raro a quienes vivieron la década de los 80 en Bilbao

Los Extraños presentaron ayer en Bilborock 'Yo confieso', un recopilatorio de maquetas, rarezas y directos de la década de los 80

Editado por Decadencia Corporal ofrece un material sorpresivo y fotos inéditas del grupo también conocido como Los Raros