EL local del que vengo a hablarles se mantiene firme y en pie, como un acantilado frente a la tempestad, no porque se llame La Roca sino porque en su interior habita un templo de acogida para sedientos y hambrientas, o viceversa. El santuario es una cocina de alta escuela abierta 363 días al año, una garantía para la gente descarriada, para la improvisación de última hora, para el apetito y la sed urgentes. Se mantienen firmes como los fuegos abiertos de par en par. Como los brazos para los abrazos con la clientela.

La historia de La Roca se fragua en una amistad pétrea: la de Luis Ángel Larrondo y José María Agirre, dos almas gemelas que zarparon a la aventura juntos tras su encuentro en la Escuela de Hostelería. Lo hicieron en 1988 a bordo de Lekuona, un local de Loiu, preámbulo del nacimiento de La Roca del Fraile, allá en Erandio, en 2004. Nueve años después, desembarcaron en el número uno de la calle Ercilla, donde llevan seis años de feliz singladura. No por nada, el propio 2013 Basque Culinary Center reconoció el suyo como el mejor café expreso y dos años mas tarde, en 2015, sus gin-tonics lograron el laurel de los tragos olímpicos de Bilbao. Ayer celebraron seis años de vida con una fiesta amenizada por la música en directo de Xabier Grey, Dani Tomás, Carlos Sagi y Fernando Botán; las bellas artes de un cortador de jamón y los canapés de una cocina jugosa desde donde presentaron la nueva carta. Tartar de salmón con yemas de huevo cocido a baja temperatura, rissotto de pollo y hongos, bacalao confitado sobre cama de guisantes y habitas tiernas o pollo de caserío son algunas de las gollerías que harán la boca agua para los visitantes de la temporada.

una tradición En este septiembre de estrenos llevan ritmo de convertirse en una tradición por casualidades del calendario. A la fiesta de aniversario no faltaron, entre otros y otras, Josu Lazpita, Ignacio Etxeberria, María José Mentxaka, Belén Greaves, María Eugenia Mate, Begoña Elordui, Ricardo Barkala, Garbiñe Atxalandabaso, Dicky del Hoyo, Olga Zulueta, directora artística de Bilbao Centro; Myriam Paramo, Pedro Barreiro, José López de la Manzanara, Garbiñe Atxalandabaso, Ricardo Barkala, Piru Pérez de Obanos y otra buena gente, usuaria común de una cocina que atrapa a quien pasa a su lado.

Los globos dorados y una alfombra roja - “una de esas que tanto atrae”, según comentaba Beatriz Marcos...- atraían a viandantes y amistades. Entre ellos se encontraban Esther García, Juanma Darriba, Cristina Villanueva, Pilar Sáez, Begoña González, Vanessa Pérez, Javier Olabarria, Marisa Bengoetxea, Ignacio Mendizabal, Elena Aretxabaleta, Izaskun Muñoz, Aitor Zarate, José Luis Muguruza y una legión de seguidores de esta bella historia que ayer comenzó a escribir su próximo capítulo. No da la impresión de que el libro decaiga en su interés. Se anuncian nuevas aventuras.