SONABAN las notas del ensayo del quinteto de metal de La Pamplonesa en el segundo piso. Y el personal fatigaba el ascensor del número cinco de la Plaza Nueva. El salón de actos del Hogar Navarro de Bilbao no dio abasto con las sillas. Nadie se quiso perder el único concierto en la capital de Bizkaia de la mítica banda de música La Pamplonesa, que celebra su centenario este año.

El calificativo de “mítica” es literal cuando se trata de estos músicos. Nada de exageraciones ni uso a la ligera del atributo, como hacen los adolescentes de hoy en día. Sin La Pamplonesa, San Fermín no sería lo mismo. Muchos juran que han visto a la banda tocando en dos lugares a la vez. Aunque es muy cierto que abundan los espejismos por las calles de Iruñea esos días de julio.

Decía Woody Allen que, cuando escuchaba a Wagner, le entraban ganas de invadir Polonia. Cuando suena La Pamplonesa, entran ganas de correr delante de un toro, de una vaca, una bicicleta o hasta una moto de reparto de pizzas.

Ayer anunciaron, en pleno centro del Casco Viejo, un riau-riau para el que restan tres semanas escasas. El programa: Gora Iruña!, Pamplona, feria del toro y Clarín de fiestas, del maestro Turrillas; el imprescindible vals del maestro Astráin; y La pilindros, de Silvano Cervantes.

centenaria El presidente del Hogar Navarro, Veremundo Fernández, de Morentín, dio las gracias a autoridades y concurrencia. “No hay mal que cien años dure; y como La Pamplonesa ya dura más, quiere decir que sois cosa buena y grande”, subrayó tras remarcar que era “un honor” poder escucharles allí. La consejera de Relaciones Ciudadanas e Institucionales del Gobierno de Nafarroa, Ana Ollo, que tomó la palabra también en euskera, agradeció a la banda que hiciera un hueco en su apretada agenda. “Los hogares navarros son los mejores embajadores de nuestra Navarra plural y diversa”, afirmó Ollo. Le escuchaban, entre otras personalidades, la senadora jeltzale por Bizkaia Nerea Ahedo y los ediles Carlos García, Kepa Odriozola, Yolanda Díez o Gabriel Rodíguez. El guionista, escritor y crítico gastronómico Javier Urroz charlaba con Rafael Lorente, de Cascante. Rafael es hermano del autor del famoso bacalao Club Ranero, el cocinero Ángel Lorente. “El verdadero inventor de esa receta”, insistió Urroz.

También asistieron Ignacio Ágreda, Félix Sáiz, las hermanas Mari Ángeles y Rosa María Garro, Karmelo González, su hija Arane, Yolanda Jodrá, Iratxe Fernández, Jesús Echarte, Ramiro Gil, Victoria Hernández, Alicia López de Castro, Santiago Aiz, Jesús Duque, Javier Echauz y así hasta casi 150 personas.

Tras el concierto se proyectó un documental sobre La Pamplonesa y otro sobre los Sanfermines. Como colofón estaba anunciada “una ligera degustación de productos de la tierra”. Claro que “ligero” para un navarro es “contundente” para el resto de los mortales.