EL reto era mayúsculo: mantener en pie una herencia de sangre todopoderosa. Elena Arzak, hija de Juan Mari, fue labrándose un nombre en las cocinas más allá de la cuna que le dio genes y crianza. El gran Juan Mari, el mago de los fogones, el pionero. Contra esa fuerza de la naturaleza Elena quiso formarse a fuego lento para batirse a fuego limpio. Formada en Suiza, Elena Arzak pasó por algunos de los mejores restaurantes del mundo -La Gavroche, Luis XV, elBulli, La Maison Troisgros, Le Vivarois y el Pierre Gagnair- antes de volver a casa, al puerto más cercano, al restaurante de su familia a comienzos de los 90. Fue aquel 2012 el hito que gritó a los cuatro vientos, la gesta que marcó un punto de inflexión. Al declararla mejor chef femenina del mundo, la organización de 50Best la puso en el centro de los focos: sola, sin su padre. Lo había logrado, había roto la barrera de una herencia de la que jamás ha renegado.

No hay, como ven, razones para no reconocer los ingredientes secretos de su receta más celebrada: esfuerzo, trabajo, tesón y cariño a raudales. Así, en un acto celebrado ayer en el Hotel Carlton, la Asociación Mujer Siglo XXI que preside Carmen Miral le entregó el reconocimiento en forma de Alfiler de Oro, bajo la consideración de que se trata de una de las pocas mujeres chef con proyección internacional. Lo hicieron en presencia de Josu Erkoreka, Juan Mari Aburto, alcalde de Bilbao; Isabel Muela, Ana Otadui, Gotzone Sagardui, Xabier Ochandiano, Itziar Urtasun, Asier Abaunza, Lorea Bilbao, Nekane Murga, Teresa Laespada, Yolanda Díaz, Luis Eguiluz, Beatriz Marcos, José Mari Amantes, quien recordaba que el próximo martes entregarán a la Librería Cámara el premio al paraje de Bilbao; Margarita Esteban, Felisa Ramos, María José Gandarias, Itxaso Elordui, Teresa Díaz, Salomé Ayo; Esther Oña, Miguel Ángel Lujua, consejero director general de IMQ; Juan Carlos Matellanes, presidente de ABAO Bilbao Opera; Marcos Muro, María Dolores Ortega, María Jesús Ellacuria, Begoña Ellacuria, la doctora Itziar Olabarria, Mercedes Ellacuria, Sonia López y María Agirre, entre otra gente cercana.

No faltaron gajos del oficio de los fuegos de mucho renombre como Bittor Arginzoniz, Josean Alija o Fernando Canales, entre otros; Stefania Iordano, José María Guibert, rector de la Universidad de Deusto; José Ramón Taranco, en nombre de Laboral Kutxa; Yolanda del Hoyo, capitana del Hotel Carlton; Marta G. Rivera, Cornelia Negueruela, Berta Longás, Jon Ortuzar, Abraham Amezaga, acompañado por la abogada parisién Marjorie Goislard; el poeta Misere Josephe, la bodeguera María Victoria Cañas, la diseñadora Mercedes de Miguel, Julián Ruiz, Felipe Icaza, Vicente Reyes, Aitor Cobanera, Mariapi Alza, Maite Lastra y toda una corte de hombres y mujeres que celebraron a Elena. Elena de Troya. Una luchadora.