EN la conmemoración del vigesimoquinto aniversario de su creación, el Coro del Colegio de la Abogacía de Bizkaia hizo lo que acostumbre: hilvanar el sentimiento de sus voces con la sensibilidad de la recaudación, destinada a recaudar fondos para la Asociación vasca del Síndrome Sanfilippo, desde el Agurra popular del comienzo, al sentido Hallelujah escrito por Leonard Cohen del broche de oro para las bodas del plata de un entidad pionera. No por nada, se trata del primer coro del Estado integrado exclusivamente por abogados y abogadas en ejercicio, todos ellos del Colegio de Bizkaia, compuesto por 60 voces mixtas. El coro hizo su debut en mayo de 1994 dentro de los actos del Stage-94, jornadas sobre formación de los abogados europeos y desde entonces ha asumido un firme compromiso social, participando en conciertos benéficos para residencias de ancianos, comedores sociales y otras necesidades de distintas instituciones.

Tras el Agurra de los orígenes, digo tomó la palabra Naiara García de Andoin, madre de tres niños con síndrome Sanfilippo, quien expuso la situación actual de la Asociación San Filippo y los avances que están consiguiendo en los últimos tiempos gracias a acciones de apoyo como esta, con Arantza Sinobas como maestra de ceremonias social. El vaivén del coro gozó de otras manos tractoras, las de la directora del coro Karmele Barrena.

Todo sucedió en la sede colegial que gobierna Carlos Fuentenebro, allá en las rampas de Uribitarte. Además de las ya citadas, moldearon esa conmemoración benéfica Ana Bermejo; la vicedecana colegial, Patricia Bárcena y Belén Beaskoetxea, todas ellas involucradas en la lucha contra la enfermedad y abanderadas por la cultura.

entradón Pasadas las siete y media de la tarde, las escaleras de la sede eran un hervidero. Allí se encontraban, además de los citados, Nazario Oleaga, Beatriz Marcos, Teresa Guerrero, Esperanza Pardo, Javier Tejón, Mari Luz Domínguez, Inés Asensio, Inés Fernández, Amparo Lorenzo, José Luis Fernández, Mari Carmen Olaizola, María Jesús García, Teresa Barrenetxea, José María Alonso, Idoia Salvatierra, Juan Mari Urkiaga, Belen Ugarte, Miren Urrutia y un buen puñado de hombres y mujeres que se solidarizaron con la causa y disfrutaron con las emotivas voces que sobrevolaron el auditorio colegial. Entre ellas se encontraban las de Susana Rivas, Amaia García, Cristina Martínez, Ana Bartolomé, Susana Vildosola, Patricia Saenz, Beatriz Barquín, Maite Morillo, Nohemí Rodríguez, Luis Gorostiaga, Javier Gimeno, Javi Bolado, Anton Pardines, Javi Pastor y Garbiñe Olealdekoa entre otras, que lo mismo cantaron Un vestido y un amor de Fito Páez que Oi ama Euskalherria de Benito Lertxundi, en una actuación variada, cargada de delicatessens para las voces líricas que tornaron, con delicadeza, por las escaleras del señorial edificio.