El pasado viernes, 7 de enero, fallecía Segundo Goiriena, exalcalde de Mungia y miembro de EAJ-PNV. Goiriena asumió el cargo en la tercera legislatura de la democracia. Tal y como recuerda José Antonio Torrontegui, concejal durante el primer periodo tras la dictadura, "le tocó, como al resto, una época complicada en el Ayuntamiento, pero él intentó hacer de Mungia un municipio mejor y trabajó duro para ello". Según Torrontegui, "estaba muy involucrado en EAJ-PNV, era un nacionalista convencido y estaba muy comprometido con Euskadi".

Su convicción jeltzale "lo llevó a la cárcel, ya que cuando aún no se había instaurado la democracia en el Estado, lo detuvieron y estuvo creo recordar que unos cuantos días apresado", rememora. Su lealtad con el partido de su vida fue total, y "siempre estaba ayudando en cualquier ocasión, siempre dispuesto a echar una mano donde hiciera falta para los eventos y actos que se llevaban a cabo". El primer período tras la dictadura en Mungia tuvo como primer edil a Josu Astobiza -fallecido hace unos meses- y "aunque se hicieron grandes cosas, todavía estamos hablando de un municipio que necesitaba muchas mejoras", y la legislatura de Segundo "sirvió para ir afianzando ese trabajo que se había comenzado a desarrollar desde el Ayuntamiento".

Muy buen recuerdo

Recuerda Torrontegui que fue alcalde "en la tercera legislatura, aunque por temas laborales no pudo estar los cuatro años y acabó esa legislatura el segundo de la lista". Pero, sin embargo, "dejó muy buen recuerdo de su labor como alcalde". De su personalidad, Torrontegui destacaría que "era muy buena persona y como alcalde creo que a veces intentó abarcar incluso demasiado, porque escuchaba a la ciudadanía y aunque fueran cosas casi imposibles, intentaba solucionarlas".

En ese sentido, recuerda que "podía no encarnar el perfil de político líder, no le gustaba ser popular y no quería ningún protagonismo, pero sin embargo, destacó por estar muy cerca de la gente". Así, en su labor de alcalde, "todo lo que podía hacer por el pueblo lo hacía, sobre todo en lo relacionado con lo que significaba el tema popular, se lo tomó muy en serio, estuvo muy comprometido con sus vecinos". Como persona, "le recordaremos como muy buena gente, ese recuerdo de ser muy amigo de sus amigos y, sobre todo, también destacaría su implicación con la política, con el nacionalismo vasco". Goian bego.