Una estela en homenaje a tres pilotos nazis, que "fallecieron el 18 de abril de 1937 luchando por una España libre, como reza la propia placa, ha sido localizada en Erandio, concretamente, en el polígono industrial de Asuaran, en Asua. El Ayuntamiento ha decidido no destruirla y conservarla como prueba de la participación alemana en la Guerra Civil en Euskadi. Eso sí, fuera del espacio público y sin ninguna motivación de recuerdo a los aviadores. Además, antes de guardarla, será expuesta para que los vecinos puedan verla en Altzaga (el domingo a las 12.00 en la plaza del Ayuntamiento) y en Astrabudua (el siguiente domingo).

Es un misterio por qué esta piedra que rinde honores a tres miembros de la Legión Cóndor estaba en Asua. "Es una incógnita", admite el concejal erandioztarra de Cultura, Adrián Busto. Y es que lo habitual es que estas placas se colocaran en los puntos donde caían los aviones para rendir tributo a los fallecidos. Y este no fue derribado en Asua. "He estado hablando con el director del museo del Cinturón de Hierro, Aitor Miñambres, y no sabemos qué pinta en Asua. Estos tres aviadores abatidos no cayeron en Asua, sino en Galdakao en abril de 1937. Venían de Bilbao y acababan de bombardear una fábrica que estaba al lado de Iturribide. Al oír las bombas, la gente se metió en esa fábrica, entraron más personas de las que se podía, se fueron al sótano, cayó el edificio y estos tres señores, señala Busto, que fue él mismo quien halló este monolito. "Alguien me comentó que había algo de este tipo en Asua, no recuerdo quién, y subí un día con un amigo. Nos pusimos a buscar y la encontramos detrás de unas hierbas", desvela. Allí se encontraba, en efecto, pero ¿por qué? "Igual al pasar los años 40, cuando el régimen franquista se intenta acercar a Estados Unidos y el Vaticano, y empieza a dejar de lado estas placas, quizás alguno se la llevara para mantenerla mejor, porque igual estaba ya abandonada€", baraja el edil de Cultura. El caso es que los vecinos más mayores de la localidad la recuerdan ya allí desde que ellos eran pequeños, tal y como comenta Busto. Ahora esa zona es un polígono industrial y en aquel entonces había una fábrica.

Pilotos 'curiosos'

Hans Sobotka, Otto Hormeister y Friedrich Muller son los pilotos a los que rinde tributo este monolito -sus nombres están escritos en la piedra-. Cuando encontraron sus cadáveres en Galdakao, uno de ellos parecía una mujer. "Iba con lencería femenina, los labios pintados, las manicura hecha, las axilas depiladas...", apunta Busto. Es un detalle que recogió George Steer, el corresponsal en la Guerra Civil y testigo del bombardeo de Gernika. "Puede ser una exageración para humillar a los nazis o algo real", considera el edil erandioztarra. Por su parte, Hans Sobotka era hijo de un judío. "Renunció a su él o dijo que era bastardo y luego el padre tuvo problemas para acudir al funeral, cuando les hicieron los funerales del estado en la Alemania nazi", cuenta Busto. Toda una historia tras una piedra...

Un paracaidista

Más rastro nazi en Erandio

En enero de 1937. Erandio también tiene otro vínculo con los nazis, ya que en enero de ese mismo año 1937 otro aviador de la Legión Cóndor cayó en su municipio o en Sondika. No se sabe exactamente. "En un ataque a otro avión nazi, uno de los pilotos se tiró en paracaídas por la zona de Asua o Sangroniz. La gente del pueblo fue a por él para matarle y la Ertzaintza o los milicianos republicanos se lo llevaron a prisión y fue juzgado, pero consiguieron salvarle del linchamiento popular", explica Adrián Busto. Este suceso también aparece reflejado en los cuatro paneles que el Ayuntamiento de Erandio ha elaborado para hacer una lectura crítica de la estela hallada.