¿Cuáles han sido las prioridades de actuación del Ayuntamiento?

—Las dos cuestiones que desde el principio tuvieron que activarse con más fuerza fueron el aumento de las labores de limpieza y de la Policía y, después, habría que añadir la protección social. Así que, por un lado hemos hecho muchos esfuerzos en la limpieza y desinfección, tanto dentro de los establecimientos que siguen utilizando nuestros trabajadores como en las zonas comunes en la calle: ha habido refuerzo de limpieza en barandillas, manillas, contenedores… Incluso la empresa inventó una manguera para desinfectar de una manera más eficaz.

¿Y en cuanto al trabajo de la Policía Municipal?

—Estamos haciendo mucho hincapié en que esté en la calle, sobre todo realizando labores de control del confinamiento. También han hecho animación y felicitaciones, pero la labor principal de la Policía en estos momentos no es esa, es la que ha sido siempre: controlar la convivencia. La gente se está portando muy bien y tenemos pocas infracciones, aunque sí hay casos de reiteraciones, pero afortunadamente, con la colaboración ciudadana, se han puesto alrededor de 50 multas. Sí estamos teniendo un repunte de quejas vecinales relacionadas con personas mayores que viven con la tranquilidad de que durante mucho tiempo no están los niños en las casas colindantes y ahora sí que es cierto que algunos se quejan del ruido. También de que la música festiva empieza a las ocho, pero acaba muy tarde… Y bueno, esa es también una de las labores de la Policía Municipal: corroborar que esas quejas son ciertas y actuar en consecuencia. Además, los agentes están realizando muchas asistencias porque reciben llamadas de vecinos con problemas para bajar a la farmacia o ir a comprar. Así que junto a Protección Civil y el Servicio de Ayuda a Domicilio se está dando respuestas a esas necesidades.

En el terreno social, entonces, ¿en qué trabaja el Consistorio?

—Ya llevamos muchas semanas de confinamiento y la falta de ingresos está causando estragos en algunas familias, de manera que hemos visto incrementadas casi por tres las solicitudes del táper solidario, a las que estamos pudiendo responder. Además, ya estamos reforzando la tramitación de las ayudas de emergencia social. Por eso, destinamos 10.000 euros más a todo lo que tiene que ver con alimentación y también, y el Gobierno vasco ha reforzado las ayudas de emergencia. Pero nosotros tenemos el compromiso de que todas las personas que cumplan los requisitos, recibirán las ayudas, de manera que, si tenemos que aumentar la partida a lo largo del año, lo haremos.

¿Barajan apoyos económicos para el sector hostelero y comercial?

—Estamos en conversaciones con ellos. Desde Behargintza se han abierto varias líneas de participación y de colaboración, una con autónomos y profesionales, es decir, con gremios, y otra con el sector hostelero y comercial. Hemos tenido ya diferentes solicitudes y, por ejemplo, los autónomos nos plantean que, ahora que pueden tener acceso a las ayudas de Lanbide, les puede interesar más contar con apoyos municipales al final del confinamiento para poder reactivar su negocio. Y en el caso de los comerciantes, estamos planteando diferentes posibilidades. Obviamente, hablamos de no recaudar las tasas en el tiempo proporcional en el que el confinamiento les ha obligado a cerrar y de líneas de ayudas directas para reactivar la actividad y asegurarnos de que reabren. Es un debate que tenemos con ellos. Hay categorías distintas, porque hay comerciantes que están en locales que son de su propiedad, otros no, otros están hipotecados... Hay diferentes vías a las que tendríamos que atacar para asegurar que esos comercios pueden volver a abrir. Estamos analizando todo eso para que no sea lo mismo para todos, sea cual sea la circunstancia. Vamos a tratar de hilar fino.

¿Cómo se encuentra el sector industrial del municipio?

—Sabemos que hay más de una que está en ERTE, pero al ser empresas bastante grandes algunas de ellas, nosotros, desde Behargintza no tenemos una relación tan directa con este sector, porque normalmente interlocutan más con Diputación y con Dema o Beaz. Es cierto que ya conocíamos situaciones difíciles antes del inicio del covid-19 y ahora esos casos están en ERTE, así que el momento de la puesta en marcha va a ser complicado. Es evidente que nos viene una crisis bastante fuerte desde el punto de vista del empleo y también desde la recaudación y capacidad de gasto de las administraciones públicas. Eso nos va a repercutir y vamos a estar obligados a retocar el presupuesto que aprobamos reforzando las cuestiones de limpieza, para que la expansión del covid-19 esté más o menos controlada, y todo lo que tiene que ver con Acción Social y Promoción Económica. Todo lo demás lo tendremos que repensar. Va a tocar hacer muchos números.

“Ya llevamos muchas semanas de confinamiento y la falta de ingresos está causando estragos”

“Vamos a tratar de hilar fino con las ayudas a la hostelería y al comercio, para que no sean iguales para todos”

“Es evidente que viene una crisis bastante fuerte de empleo y de poder de gasto de las administraciones”